Criptomonedas de privacidad: la última oportunidad de 1000x en el mundo de las criptomonedas

Autor: mert | helius.dev Fuente: X, @0xMert_ Traducción:善欧巴, 金色财经

En resumen, al momento de su creación, Bitcoin enfrentaba tres grandes problemas: 1) legalidad, 2) programabilidad y escalabilidad, 3) privacidad.

Bitcoin resolvió el problema de la legalidad al convertirse en un activo de billones de dólares, mientras que Solana y Ethereum abordaron los desafíos de programabilidad y escalabilidad. La privacidad, por otro lado, sigue siendo el único problema pendiente (y por ello se ha creado una brecha de mercado con beneficios asimétricos), siendo Zcash y otras cadenas públicas las que lideran esta dirección.

Yo denomino a la tecnología de privacidad como la última oportunidad de mil veces o la última batalla PvE, no solo como un truco para llamar la atención (aunque ciertamente tiene ese efecto), sino principalmente por las oportunidades y brechas asimétricas que comienzan a manifestarse en el mercado, sumadas a un momento macroeconómico favorable. Este campo no solo incluye pruebas de conocimiento cero, sino también mezcladores, cifrado homomórfico completo (FHE) y computación multipartita segura (MPC).

Resumen del desarrollo histórico

Bitcoin nació del movimiento cypherpunk, con el objetivo de crear una moneda nativa de Internet, siendo una respuesta directa a la crisis financiera de 2008. En sus inicios, Bitcoin combinaba innovación, un espíritu anarquista y cierta incertidumbre — nadie podía asegurar si tendría éxito, por lo que la legitimidad era el objetivo principal. A medida que aumentaba su notoriedad, Bitcoin enfrentó dos principales dudas: por un lado, la falta de programabilidad (que posteriormente derivó en problemas de escalabilidad), y por otro, la falta de privacidad.

Ethereum fue creado para resolver la insuficiencia de programabilidad, mientras que Solana se centró en solucionar los problemas de escalabilidad en escenarios programables. En los últimos 5 a 8 años, el desarrollo del sector de las criptomonedas ha seguido esta línea, y la legitimidad de Bitcoin ha sido cada vez más reconocida. En el futuro, la mejora en programabilidad y escalabilidad en el ecosistema de Bitcoin continuará, pero es poco probable que ocurran avances de mil veces; es decir, las mejoras futuras serán más marginales que de gran escala.

Por otro lado, Zcash fue creado para abordar otra duda importante: la falta de privacidad. Si consideramos el desarrollo tecnológico de la humanidad como un árbol (como se muestra en la figura), el objetivo de Zcash es lograr avances en la rama de la privacidad.

La insuficiencia de privacidad ha sido reconocida desde temprano por pioneros del sector, como Satoshi Nakamoto (quien en su primer post sobre Bitcoin citó a Zooko) y Hal Finney, en foros públicos.

En los primeros años, el principal problema de las monedas digitales era el doble gasto (gastar la misma cantidad de dinero varias veces). Para resolverlo, era necesario que todos los usuarios pudieran ver los saldos de las cuentas de los demás, lo cual explica la transparencia predeterminada en las cadenas de bloques actuales y la solución al problema del doble gasto.

De hecho, Satoshi Nakamoto expresó en su momento que estaría dispuesto a incorporar tecnologías de conocimiento cero para mejorar la privacidad de Bitcoin, y que esto la haría más perfecta. Sin embargo, en ese momento no encontró una forma de resolver el doble gasto tras integrar dicha tecnología, ya que aún era demasiado novedosa.

La novedad de la tecnología de conocimiento cero en ese entonces se evidenció con Zcash, que fue el primer equipo en ponerla en producción a nivel mundial — no solo en el sector de la criptografía, sino en todas las industrias.

No obstante, debido a la novedad técnica y a la dificultad de desarrollo, las pruebas de conocimiento cero requirieron múltiples iteraciones para perfeccionarse y eliminar la dependencia de supuestos de confianza. Por ello, tanto Zcash como la tecnología de conocimiento cero en general atravesaron una fase difícil de desarrollo.

Esta situación persiste hasta hoy: la tecnología de conocimiento cero ha alcanzado la madurez, mientras que la pista de escalabilidad y programabilidad ha llegado a un límite en su curva S tecnológica.

Actualmente, Bitcoin ya cuenta con reconocimiento legal, Solana y Ethereum demostraron que la programabilidad tiene un ajuste product-market fit, y la rama de tecnologías de privacidad se ha convertido en el único campo restante con potencial para beneficios asimétricos.

Oportunidades en la tecnología de privacidad

Desde el punto de vista del momento, estamos en un punto clave para el desarrollo de tecnologías de privacidad. Aunque en la actualidad el sector de las criptomonedas está dominado por la especulación y los intereses comerciales, su origen está en el movimiento cypherpunk — cuyo objetivo central era construir sistemas que garantizasen la libertad y la privacidad mediante criptografía y código, y ahora estamos regresando a esa dirección fundamental.

Sumando el contexto macroeconómico: la expansión de las crisis de deuda, la demostración de la viabilidad de monedas no soberanas con Bitcoin, los frecuentes abusos de poder y violaciones de privacidad en todo el mundo (especialmente en Europa), y la creciente demanda institucional por privacidad en el ecosistema en cadena, todos estos factores indican que las tecnologías de privacidad y las pruebas de conocimiento cero comenzarán a extenderse globalmente.

Además, el campo de la privacidad tiene una ventaja única: su dificultad técnica, su impacto y su novedad suficiente para atraer talento de alta calidad del sector de la inteligencia artificial. Esto generará un ciclo virtuoso de entrada de talento y capital, impulsando aún más el desarrollo del área.

Se puede decir que la era de las monedas privadas, global y sin obstáculos, ya está llegando silenciosamente.

Nota: No creo que proyectos como Bitcoin, Solana o Ethereum hayan alcanzado su techo; sin duda, su escala seguirá creciendo. Pero, en su tamaño actual, las posibilidades de un aumento de cien veces son extremadamente bajas.