Hace veinte o treinta años, los comunicados de prensa eran la columna vertebral de las relaciones públicas. El proceso era simple: cuando ocurría algo, redactabas un comunicado, lo enviabas a los periodistas y, a menudo, ellos construían una historia completa en torno a ello. En ese entonces, los flujos de información eran manejables, las audiencias eran menos selectivas y un w