El estafador de criptomonedas Qian Zhimin fue condenado a 14 años de prisión, y el Reino Unido confiscó 6 mil millones de dólares en Bitcoin, estableciendo un récord en la aplicación de la ley
A principios de noviembre de 2025, el Tribunal Penal de Southwark en Londres, Reino Unido, inició la audiencia de sentencia contra el estafador chino Zhimin Qian, conocido como “la diosa de la riqueza”, por su implicación en una pirámide Ponzi. Este principal responsable podría enfrentarse a una condena máxima de 14 años de prisión. La policía británica confiscó más de 61,000 bitcoins en este caso, valorados aproximadamente en 6 mil millones de dólares según los precios de la época, estableciendo un récord en la historia de las autoridades del Reino Unido por la mayor incautación de criptomonedas. Este caso ha puesto de manifiesto los riesgos de uso indebido de las criptomonedas en el lavado de dinero transfronterizo, además de mostrar los avances tecnológicos en el seguimiento de activos en blockchain, lo que probablemente impulsará una nueva etapa en la cooperación global en regulación de criptomonedas.
Antecedentes del caso y modalidad de la estafa
Zhimin Qian, de 47 años, lideró entre 2014 y 2017 una estafa Ponzi dirigida a la población anciana china y a ahorradores de ingresos medios y bajos. Prometiendo altos retornos de inversión, la estafa atrajo a más de 128,000 víctimas, en su mayoría jubilados con poca experiencia en inversiones de alto riesgo. La banda criminal utilizó técnicas tradicionales de venta piramidal combinadas con conceptos tecnológicos emergentes, construyendo en tres años una extensa red de fondos que abarcaba varias provincias, hasta que en 2017 las autoridades regulatorias chinas comenzaron a investigar y la operación salió a la luz.
Según documentos judiciales, Zhimin Qian operaba bajo varios alias, como “Yadi Zhang”, y era conocida por sus seguidores como “la diosa de la riqueza”. La modalidad central de la estafa consistía en usar fondos de nuevos inversores para pagar a los primeros, creando una ilusión de rentabilidad, mientras que la mayor parte del dinero se transfería al extranjero a través de canales de criptomonedas con regulación relativamente laxa en ese momento. Este método refleja la evolución de las estafas Ponzi en la era de las monedas digitales, con los delincuentes aprovechando las características transfronterizas de la blockchain para evadir la regulación financiera tradicional.
Fugas transfronterizas y rutas de ocultamiento de activos
En 2017, cuando las autoridades chinas intensificaron sus investigaciones, Zhimin Qian huyó a Reino Unido usando documentos falsificados, iniciando un proceso de ocultamiento de activos que duró varios años. Tras llegar, comenzó a convertir gran parte de los fondos ilícitos en bitcoins, intentando aprovechar el carácter anónimo de las criptomonedas para ocultar el flujo de dinero. Las investigaciones revelaron que Qian participaba frecuentemente en el mercado inmobiliario de lujo en Londres, planeando lavar dinero mediante la compra de bienes de lujo y propiedades, un modus operandi muy similar a otros casos recientes relacionados con delitos en criptomonedas.
Su cómplice, Jian Wen, fue arrestado previamente y condenado a más de seis años de prisión. Durante una redada en su vivienda, las autoridades encontraron billeteras de bitcoin vinculadas a la estafa, que finalmente condujeron a Qian como la principal responsable. La National Crime Agency (NCA) del Reino Unido, en colaboración con la Financial Conduct Authority (FCA), rastreó los registros financieros y movimientos de Qian, logrando incautar diversos activos, incluyendo efectivo, oro y criptomonedas, con un valor total de cientos de millones de dólares.
Incautación de bitcoins y avances tecnológicos en la investigación
La policía británica confiscó 61,000 bitcoins en este caso, cuyo valor superó los 6 mil millones de dólares en los precios de mercado de noviembre de 2025, estableciendo un récord en la historia del Reino Unido en la confiscación de criptomonedas. Desde un punto de vista técnico, la recuperación exitosa de estos activos se apoyó en avances en herramientas de análisis de blockchain. Los investigadores analizaron patrones de transacciones en la cadena de bloques de bitcoin para identificar las rutas de flujo de fondos relacionadas con la estafa, incluso cuando los delincuentes intentaron usar servicios de mezclado para ocultar sus rastros.
Estos bitcoins confiscados están actualmente en custodia de la policía británica. La forma en que se gestionarán estos activos será un tema de interés legal. Según la Ley de Beneficios del Crimen del Reino Unido, estos activos podrían ser subastados, y los fondos obtenidos podrían destinarse a compensar a las víctimas o a financiar fondos públicos. Este gran decomiso también demuestra la madurez de las capacidades de las autoridades en el seguimiento de criptomonedas, especialmente en el análisis de transacciones entre cadenas y tecnologías de desanonimización.
Procedimientos legales y impacto en la industria
En septiembre de 2025, Zhimin Qian cambió su declaración inicial de inocencia a una de culpabilidad respecto a los cargos por posesión y transferencia de bienes ilícitos. Este cambio se atribuye a la acumulación de pruebas por parte de la fiscalía. Según el sistema legal del Reino Unido, la duración de la condena para delitos financieros de esta magnitud generalmente considera la escala del crimen, el número de víctimas y el rol del delincuente, con una sentencia máxima prevista de 14 años. La audiencia de dos días en el Tribunal Penal de Southwark determinará finalmente la duración de la condena y abordará cuestiones relacionadas con la recuperación de activos.
Desde una perspectiva de impacto en la industria, este caso podría acelerar la mejora de los marcos regulatorios internacionales para las criptomonedas. Las agencias de aplicación de la ley de diferentes países están compartiendo experiencias en investigaciones de delitos en blockchain, y la Interpol publicó en octubre de 2025 una guía actualizada para la investigación de delitos con criptomonedas. Además, este caso sirve como material educativo para inversores: la FCA ha reforzado recientemente las advertencias sobre esquemas de inversión en criptomonedas, especialmente aquellos que prometen altos retornos.
Reclamación de víctimas y desafíos en la recuperación de activos
Aunque las autoridades británicas lograron confiscar una gran cantidad de bitcoins, devolver los fondos a más de 128,000 víctimas chinas presenta desafíos legales y prácticos. La cooperación judicial transfronteriza en materia de compensación implica varios pasos complejos, como la verificación de pruebas, la identificación de víctimas y la distribución de fondos. Datos históricos indican que en casos similares, la proporción de fondos recuperados por las víctimas suele estar entre el 20% y el 40%, y el proceso puede tardar varios años.
Las autoridades regulatorias chinas han iniciado procedimientos de cooperación judicial con Reino Unido para establecer mecanismos eficientes de devolución de activos. Sin embargo, la volatilidad del precio de las criptomonedas añade una capa adicional de complejidad: si el valor del bitcoin fluctúa significativamente antes de la liquidación, esto puede afectar la cantidad final de la compensación. Algunos expertos legales sugieren implementar estrategias de liquidación escalonada y crear fondos especializados para gestionar los activos confiscados, equilibrando así los riesgos de precio y la eficiencia en la reparación.
Conclusión
El caso de Zhimin Qian marca un avance en la capacidad de las autoridades globales para combatir delitos relacionados con criptomonedas. La progresiva mejora en las tecnologías de análisis de blockchain y la cooperación internacional en justicia están reduciendo el espacio para el lavado de dinero transfronterizo con criptomonedas. La sentencia que se dicte en este proceso establecerá un precedente importante para casos similares, promoviendo un entorno de inversión en monedas digitales más seguro y reforzando la tendencia hacia la regulación y la conformidad en los mercados de criptomonedas.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
El estafador de criptomonedas Qian Zhimin fue condenado a 14 años de prisión, y el Reino Unido confiscó 6 mil millones de dólares en Bitcoin, estableciendo un récord en la aplicación de la ley
A principios de noviembre de 2025, el Tribunal Penal de Southwark en Londres, Reino Unido, inició la audiencia de sentencia contra el estafador chino Zhimin Qian, conocido como “la diosa de la riqueza”, por su implicación en una pirámide Ponzi. Este principal responsable podría enfrentarse a una condena máxima de 14 años de prisión. La policía británica confiscó más de 61,000 bitcoins en este caso, valorados aproximadamente en 6 mil millones de dólares según los precios de la época, estableciendo un récord en la historia de las autoridades del Reino Unido por la mayor incautación de criptomonedas. Este caso ha puesto de manifiesto los riesgos de uso indebido de las criptomonedas en el lavado de dinero transfronterizo, además de mostrar los avances tecnológicos en el seguimiento de activos en blockchain, lo que probablemente impulsará una nueva etapa en la cooperación global en regulación de criptomonedas.
Antecedentes del caso y modalidad de la estafa
Zhimin Qian, de 47 años, lideró entre 2014 y 2017 una estafa Ponzi dirigida a la población anciana china y a ahorradores de ingresos medios y bajos. Prometiendo altos retornos de inversión, la estafa atrajo a más de 128,000 víctimas, en su mayoría jubilados con poca experiencia en inversiones de alto riesgo. La banda criminal utilizó técnicas tradicionales de venta piramidal combinadas con conceptos tecnológicos emergentes, construyendo en tres años una extensa red de fondos que abarcaba varias provincias, hasta que en 2017 las autoridades regulatorias chinas comenzaron a investigar y la operación salió a la luz.
Según documentos judiciales, Zhimin Qian operaba bajo varios alias, como “Yadi Zhang”, y era conocida por sus seguidores como “la diosa de la riqueza”. La modalidad central de la estafa consistía en usar fondos de nuevos inversores para pagar a los primeros, creando una ilusión de rentabilidad, mientras que la mayor parte del dinero se transfería al extranjero a través de canales de criptomonedas con regulación relativamente laxa en ese momento. Este método refleja la evolución de las estafas Ponzi en la era de las monedas digitales, con los delincuentes aprovechando las características transfronterizas de la blockchain para evadir la regulación financiera tradicional.
Fugas transfronterizas y rutas de ocultamiento de activos
En 2017, cuando las autoridades chinas intensificaron sus investigaciones, Zhimin Qian huyó a Reino Unido usando documentos falsificados, iniciando un proceso de ocultamiento de activos que duró varios años. Tras llegar, comenzó a convertir gran parte de los fondos ilícitos en bitcoins, intentando aprovechar el carácter anónimo de las criptomonedas para ocultar el flujo de dinero. Las investigaciones revelaron que Qian participaba frecuentemente en el mercado inmobiliario de lujo en Londres, planeando lavar dinero mediante la compra de bienes de lujo y propiedades, un modus operandi muy similar a otros casos recientes relacionados con delitos en criptomonedas.
Su cómplice, Jian Wen, fue arrestado previamente y condenado a más de seis años de prisión. Durante una redada en su vivienda, las autoridades encontraron billeteras de bitcoin vinculadas a la estafa, que finalmente condujeron a Qian como la principal responsable. La National Crime Agency (NCA) del Reino Unido, en colaboración con la Financial Conduct Authority (FCA), rastreó los registros financieros y movimientos de Qian, logrando incautar diversos activos, incluyendo efectivo, oro y criptomonedas, con un valor total de cientos de millones de dólares.
Incautación de bitcoins y avances tecnológicos en la investigación
La policía británica confiscó 61,000 bitcoins en este caso, cuyo valor superó los 6 mil millones de dólares en los precios de mercado de noviembre de 2025, estableciendo un récord en la historia del Reino Unido en la confiscación de criptomonedas. Desde un punto de vista técnico, la recuperación exitosa de estos activos se apoyó en avances en herramientas de análisis de blockchain. Los investigadores analizaron patrones de transacciones en la cadena de bloques de bitcoin para identificar las rutas de flujo de fondos relacionadas con la estafa, incluso cuando los delincuentes intentaron usar servicios de mezclado para ocultar sus rastros.
Estos bitcoins confiscados están actualmente en custodia de la policía británica. La forma en que se gestionarán estos activos será un tema de interés legal. Según la Ley de Beneficios del Crimen del Reino Unido, estos activos podrían ser subastados, y los fondos obtenidos podrían destinarse a compensar a las víctimas o a financiar fondos públicos. Este gran decomiso también demuestra la madurez de las capacidades de las autoridades en el seguimiento de criptomonedas, especialmente en el análisis de transacciones entre cadenas y tecnologías de desanonimización.
Procedimientos legales y impacto en la industria
En septiembre de 2025, Zhimin Qian cambió su declaración inicial de inocencia a una de culpabilidad respecto a los cargos por posesión y transferencia de bienes ilícitos. Este cambio se atribuye a la acumulación de pruebas por parte de la fiscalía. Según el sistema legal del Reino Unido, la duración de la condena para delitos financieros de esta magnitud generalmente considera la escala del crimen, el número de víctimas y el rol del delincuente, con una sentencia máxima prevista de 14 años. La audiencia de dos días en el Tribunal Penal de Southwark determinará finalmente la duración de la condena y abordará cuestiones relacionadas con la recuperación de activos.
Desde una perspectiva de impacto en la industria, este caso podría acelerar la mejora de los marcos regulatorios internacionales para las criptomonedas. Las agencias de aplicación de la ley de diferentes países están compartiendo experiencias en investigaciones de delitos en blockchain, y la Interpol publicó en octubre de 2025 una guía actualizada para la investigación de delitos con criptomonedas. Además, este caso sirve como material educativo para inversores: la FCA ha reforzado recientemente las advertencias sobre esquemas de inversión en criptomonedas, especialmente aquellos que prometen altos retornos.
Reclamación de víctimas y desafíos en la recuperación de activos
Aunque las autoridades británicas lograron confiscar una gran cantidad de bitcoins, devolver los fondos a más de 128,000 víctimas chinas presenta desafíos legales y prácticos. La cooperación judicial transfronteriza en materia de compensación implica varios pasos complejos, como la verificación de pruebas, la identificación de víctimas y la distribución de fondos. Datos históricos indican que en casos similares, la proporción de fondos recuperados por las víctimas suele estar entre el 20% y el 40%, y el proceso puede tardar varios años.
Las autoridades regulatorias chinas han iniciado procedimientos de cooperación judicial con Reino Unido para establecer mecanismos eficientes de devolución de activos. Sin embargo, la volatilidad del precio de las criptomonedas añade una capa adicional de complejidad: si el valor del bitcoin fluctúa significativamente antes de la liquidación, esto puede afectar la cantidad final de la compensación. Algunos expertos legales sugieren implementar estrategias de liquidación escalonada y crear fondos especializados para gestionar los activos confiscados, equilibrando así los riesgos de precio y la eficiencia en la reparación.
Conclusión
El caso de Zhimin Qian marca un avance en la capacidad de las autoridades globales para combatir delitos relacionados con criptomonedas. La progresiva mejora en las tecnologías de análisis de blockchain y la cooperación internacional en justicia están reduciendo el espacio para el lavado de dinero transfronterizo con criptomonedas. La sentencia que se dicte en este proceso establecerá un precedente importante para casos similares, promoviendo un entorno de inversión en monedas digitales más seguro y reforzando la tendencia hacia la regulación y la conformidad en los mercados de criptomonedas.