La Reserva Federal acaba de anunciar su sexta reducción de tasas en lo que va de año, llevando el rango objetivo de la tasa de fondos federales a 3.50%-3.75%, lo que significa seis recortes consecutivos desde septiembre del año pasado. Pero apenas se anunció, y ya la situación se calentó con Trump.

El anciano realmente no está satisfecho esta vez. En cuanto se anunció la bajada, salió a criticar públicamente: "¡Fue demasiado poca, claramente se podía ser más audaz!", dirigiendo sus críticas directamente al presidente de la Reserva Federal, Powell, y repitiendo esa famosa frase: "Las tasas en EE. UU. deberían ser las más bajas del mundo". Esto no es la primera vez que lo dice; anteriormente, ya había manifestado varias veces su intención de remover a Powell, y ahora vuelve a poner en el centro la cuestión de la independencia de la Reserva Federal.

Lo más impactante es que Trump reveló que en la próxima o dos semanas decidirá quién será el próximo presidente de la Reserva Federal. Ya hay dos candidatos destacados: uno es Kevin Wirth, exmiembro de la Fed, con quien Trump dice que se reunirá y además enfatiza que necesita "una persona que diga la verdad sobre las tasas"; el otro es Hasset, quien también ha expresado que la Fed todavía tiene "espacio suficiente para bajar tasas", e incluso mencionó una posible reducción de 50 puntos básicos en el futuro.

Esto ya va más allá de una simple política monetaria. Es, en esencia, un enfrentamiento directo entre la voluntad de la Casa Blanca y la independencia del banco central. La presión continua y la selección pública de candidatos por parte de Trump prácticamente anuncian un cambio importante en el liderazgo de la Reserva Federal.

El interés del mercado ahora también ha cambiado. De preguntarse "¿subirá o no las tasas?" a preocuparse por "¿quién liderará la próxima bajada de tasas?". Cuando las fuerzas políticas intervienen cada vez más en las decisiones sobre las tasas, las reglas del juego en la valoración de activos globales están siendo reescritas.

Para ser honestos, la oficina de la Reserva Federal sigue en Washington, pero parece que el control de la guerra de tasas se está desplazando hacia otro edificio blanco. La pregunta es, ¿estás preparado para un "Fed al estilo Trump"?