En estos diez años en este mercado, he aprendido una regla: las que sobreviven no son las que mejor analizan, sino las que saben hacer restas.
Hace unos años, como muchos, me fijaba en todo tipo de indicadores técnicos y seguía rumores de pasillo. ¿Y el resultado? Cuanto más compleja era la estrategia, peor funcionaba en la práctica. La ejecución era llena de fallos.
Luego, eliminé todas esas cosas llamativas. Ahora solo miro una forma — la ruptura en forma de N. ¿Qué significa eso?
El precio sube primero, luego retrocede, y cuando vuelve a romper con volumen el máximo anterior, ahí actúo. Solo esa señal.
También simplifiqué mucho los gráficos. Eliminé todas las medias móviles, solo dejé una de 20 días como referencia, y la puse en gris claro para que no llame la atención.
¿La carga de trabajo diaria? 10 minutos.
Abro el gráfico de 4 horas por la mañana, lo reviso rápidamente. Si no encuentro una forma que cumpla con los criterios, cierro el software. Si la hay, pongo un stop del 2% y un objetivo de ganancia del 10%, y me voy a hacer otra cosa. Sin estar pendiente del mercado.
Muchos me preguntan cómo controlé las emociones. Mi respuesta es sencilla: usando reglas en lugar de emociones.
Cuando gané mi primer 100万, saqué toda la inversión inicial. Cuando la cuenta subió a 500万, la mitad de las ganancias la convertí en bienes raíces y en inversiones seguras. Lo demás, seguí operando.
¿Para qué sirve esto? Que pase lo que pase en el mercado, mi vida básica no se derrumba.
Estos años, he seguido tres reglas de hierro:
Primero, solo opero en tendencias claras. ¿Seguir la tendencia? No, gracias.
Segundo, pongo un stop justo cuando el precio toca el nivel. Eso es la vida, no una sugerencia.
Tercero, al alcanzar un objetivo de ganancia, retiro inmediatamente una parte. Por mucho que suba después, ya no me importa.
Con el tiempo, te darás cuenta de que este mercado es como un mar de confusión. La mayoría de la gente persigue las olas, y al final, termina agotada.
¿La verdadera oportunidad? A menudo está en la calma entre las olas.
No necesitas un mito de hacerse rico de la noche a la mañana. Gana un 10% estable cada vez, repítelo veinte veces, y el tiempo te dará la respuesta.
En diez años, no he eliminado técnicas, sino esas acciones innecesarias.
Y al final, entendí una cosa: en este mercado con una tasa de eliminación aterradora, hacer menos es en realidad hacer más.
Antes, era como una mosca sin cabeza chocando en la oscuridad. Ahora, tengo la linterna en la mano.
La luz siempre está encendida. Tú decides si sigues o no, tú mismo elige.
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PerennialLeek
· 12-10 12:53
No hay error, estos diez años los he vivido así también. De verdad, cuanto más simple, más tiempo se vive.
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Degen4Breakfast
· 12-10 12:51
¡Vaya, esto es realmente la iluminación! Antes también acumulaba indicadores como montañas, pero ahora estoy aprendiendo a simplificar, y el resultado es realmente increíble.
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MeaninglessApe
· 12-10 12:51
De verdad, entiendo esta lógica solo después de haber sufrido pérdidas. Antes también había un montón de indicadores, pero resultaron ser trampas. Ahora, simplificarlo a solo un señal me resulta mucho más cómodo.
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LongTermDreamer
· 12-10 12:50
¡Vaya, estos diez años de comprensión han sido increíbles! Hace tres años todavía estaba acumulando indicadores como si fuera apilar personas, ahora finalmente entiendo que la resta es la verdadera clave.
En estos diez años en este mercado, he aprendido una regla: las que sobreviven no son las que mejor analizan, sino las que saben hacer restas.
Hace unos años, como muchos, me fijaba en todo tipo de indicadores técnicos y seguía rumores de pasillo. ¿Y el resultado? Cuanto más compleja era la estrategia, peor funcionaba en la práctica. La ejecución era llena de fallos.
Luego, eliminé todas esas cosas llamativas. Ahora solo miro una forma — la ruptura en forma de N. ¿Qué significa eso?
El precio sube primero, luego retrocede, y cuando vuelve a romper con volumen el máximo anterior, ahí actúo. Solo esa señal.
También simplifiqué mucho los gráficos. Eliminé todas las medias móviles, solo dejé una de 20 días como referencia, y la puse en gris claro para que no llame la atención.
¿La carga de trabajo diaria? 10 minutos.
Abro el gráfico de 4 horas por la mañana, lo reviso rápidamente. Si no encuentro una forma que cumpla con los criterios, cierro el software. Si la hay, pongo un stop del 2% y un objetivo de ganancia del 10%, y me voy a hacer otra cosa. Sin estar pendiente del mercado.
Muchos me preguntan cómo controlé las emociones. Mi respuesta es sencilla: usando reglas en lugar de emociones.
Cuando gané mi primer 100万, saqué toda la inversión inicial. Cuando la cuenta subió a 500万, la mitad de las ganancias la convertí en bienes raíces y en inversiones seguras. Lo demás, seguí operando.
¿Para qué sirve esto? Que pase lo que pase en el mercado, mi vida básica no se derrumba.
Estos años, he seguido tres reglas de hierro:
Primero, solo opero en tendencias claras. ¿Seguir la tendencia? No, gracias.
Segundo, pongo un stop justo cuando el precio toca el nivel. Eso es la vida, no una sugerencia.
Tercero, al alcanzar un objetivo de ganancia, retiro inmediatamente una parte. Por mucho que suba después, ya no me importa.
Con el tiempo, te darás cuenta de que este mercado es como un mar de confusión. La mayoría de la gente persigue las olas, y al final, termina agotada.
¿La verdadera oportunidad? A menudo está en la calma entre las olas.
No necesitas un mito de hacerse rico de la noche a la mañana. Gana un 10% estable cada vez, repítelo veinte veces, y el tiempo te dará la respuesta.
En diez años, no he eliminado técnicas, sino esas acciones innecesarias.
Y al final, entendí una cosa: en este mercado con una tasa de eliminación aterradora, hacer menos es en realidad hacer más.
Antes, era como una mosca sin cabeza chocando en la oscuridad. Ahora, tengo la linterna en la mano.
La luz siempre está encendida. Tú decides si sigues o no, tú mismo elige.