Los pesos pesados de Wall Street ya no pueden quedarse de brazos cruzados.

El veterano periodista financiero Charles Gasparino ha revelado recientemente que un grupo de grandes figuras de Wall Street y del mundo empresarial estadounidense están presionando colectivamente a Trump con una única demanda clave: que no permita que Kevin Hassett se convierta en el próximo presidente de la Reserva Federal.

¿Quién es Hassett? Actualmente es director del Consejo Nacional de Economía de EE. UU. y, sin duda, uno de los miembros clave del equipo económico de Trump. Pero ahí está el problema: está demasiado vinculado a la Casa Blanca.

La lógica de los opositores es muy clara: Hassett lleva mucho tiempo asesorando a Trump en materia económica y fuera de la Casa Blanca ya se le considera un “portavoz presidencial”. Si alguien así dirige la Reserva Federal, ¿qué pensará el mercado? ¿Cuánta independencia le quedará a la Fed?

Esto no es ninguna tontería. La noche del 3 de diciembre, Gasparino lo dejó claro en la plataforma X: este grupo de Wall Street está emprendiendo su “última batalla”, palabras bastante contundentes. Hay que recordar que cada declaración del presidente de la Reserva Federal puede sacudir los mercados mundiales, así que no es un puesto que se pueda tomar a la ligera.

El mandato del actual presidente de la Reserva Federal, Powell, finaliza en 2026 y las especulaciones sobre su sucesor están al rojo vivo. En un momento dado, el nombre de Hassett llegó a alcanzar una probabilidad de elección del 85% en los mercados de predicción, pero ahora parece que esta batalla por el puesto está lejos de decidirse.

Para el mercado cripto, hay que seguir este asunto de cerca. La política monetaria de la Reserva Federal influye directamente en la liquidez y el apetito por el riesgo; un cambio de presidente podría suponer importantes variaciones en la trayectoria de los tipos de interés y en la actitud regulatoria. Quién llegue al cargo y cómo reaccionen los mercados es algo que aún está por ver.