Esta vez sí que he metido la pata, toca agachar la cabeza ante el mercado.

La operación con BTC ha sido un error de manual: el corto en 93.000 debería haberlo mantenido a toda costa, pero me dejé engañar por una pequeña recuperación. Ayer, tras probar los 92.000 a primera hora, se desplomó directamente; cuando rompió los 88.600 la tendencia ya estaba completamente clara, una semana de rebote eliminada en una hora.

¿Dónde fallé? Añadí juicios precipitados durante la fase de consolidación y gestioné fatal las posiciones. El mercado me ha dado una buena lección.

¿Y ahora qué?
No hay prisa, esperaré a que la estructura sea más clara antes de decidir. La estrategia principal sigue siendo buscar cortos en los máximos. ¿Largos? Solo si rompe el mínimo anterior y recupera los 80.000, si no, ni pensarlo. Ya tengo una orden de compra en 78.000, controlando estrictamente la posición, nada de ir a pecho descubierto.

El mes que viene reduciré la frecuencia de operaciones, podré contarlas con los dedos de una mano. El mercado me ha enseñado humildad, y debo aprender la lección.