El banco central de Europa vuelve a oponerse al plan de Italia de clasificar sus reservas de oro como propiedad nacional perteneciente a sus ciudadanos. La propuesta ha generado debate: los partidarios la consideran una muestra de soberanía financiera, mientras que los escépticos advierten que podría dar a Roma una vía fácil para liquidar miles de millones en lingotes cuando aumenten las presiones presupuestarias. Las objeciones reiteradas del BCE sugieren que no compran la narrativa del "oro del pueblo", temiendo que pueda sentar un precedente problemático sobre cómo los países de la eurozona gestionan sus reservas. Un tema a seguir si te interesa cómo la banca tradicional gestiona los activos soberanos, especialmente cuando los gobiernos empiezan a mirar hacia sus arcas.