¿Has visto a alguien pasar de 6.800 a 480.000? No fue cuestión de suerte, fueron cinco reglas de hierro las que le salvaron la vida.

Todos sabemos cómo funcionan los contratos: el dinero llega rápido, pero se va aún más rápido. Su método es bastante extremo: divide 6.800 euros en diez partes y cada vez solo usa 680 dólares para abrir una posición con un apalancamiento de 100x. Si acierta la dirección, con solo un punto ya duplica; si falla, ese dinero desaparece al instante. Suena aterrador, pero si sigues unas cuantas reglas de hierro, de verdad puedes mantenerte firme en este mercado.

**Primera regla: si te equivocas, corta de inmediato, no esperes un rebote.**
Cuando empecé, reventé dos veces la cuenta por pensar “igual si espero recupero”. El mercado nunca cuida la mentalidad de jugador; cuando llegues al stop loss, sal y asume la pérdida, es mejor que aguantar hasta el final.

**Segunda regla: ¿Cinco errores seguidos? Para inmediatamente.**
Forzar las cosas en un mercado caótico es regalar el dinero. Ponte un mecanismo de corte: si fallas cinco veces seguidas, apaga el ordenador y haz otra cosa. Al día siguiente, normalmente verás todo más claro.

**Tercera regla: cada vez que ganes 3.000, retira.**
Los números en la cuenta son humo, si no retiras pueden desaparecer en cualquier momento. Yo me lo puse como norma: cada vez que gano 3.000 dólares, retiro al menos la mitad. Ganar de verdad es asegurar el dinero en el bolsillo.

**Cuarta regla: solo opera en tendencias claras, si el mercado está lateral, no hagas nada.**
En un mercado con tendencia, el apalancamiento 100x es un cohete; en lateral, es una trituradora. Si no hay dirección clara, prefiero no moverme, y espero a que salga la tendencia para atacar con precisión.

**Quinta regla: nunca pongas más del 10% del capital en una sola operación.**
Olvídate de ir all-in, para ganar primero hay que sobrevivir. Cada vez solo muevo unos 30 dólares, puedo permitirme perder y mantener la calma. Con posiciones pequeñas, la mente no se bloquea y operas más frío.

El alto apalancamiento no es ningún monstruo, pero necesitas una disciplina de hierro. Estas cinco reglas parecen simples, pero pocos son capaces de cumplirlas realmente: al final, el mercado solo deja a los que saben controlarse.