El BTC acaba de recuperar el nivel de los 93.000 $, y el rebote viene con un impulso serio detrás. ¿Qué está impulsando esto? Aquí entran en juego dos grandes fuerzas.

Primero: la carnicería del short squeeze. Cuando Bitcoin cayó antes, una oleada de posiciones cortas apalancadas fue liquidada al invertirse la tendencia de los precios. Esas liquidaciones forzadas crearon una reacción en cadena: presión compradora que elevó los precios y provocó aún más liquidaciones. Una dinámica clásica de squeeze.

Pero hay más que solo fuegos artificiales técnicos. Parece que está entrando dinero fresco institucional. Da la impresión de que algunos grandes actores se están posicionando antes de la próxima reunión de la Reserva Federal, anticipando posiblemente señales de política que puedan afectar a los activos de riesgo. Ya sea adelantándose a un posible giro dovish o simplemente comprando en la caída, el apetito está claramente presente.

El timing también importa. Con la decisión de la Fed acercándose, los participantes del mercado están recalibrando sus estrategias. La sensibilidad de Bitcoin a la política macroeconómica solo ha crecido a medida que la adopción institucional se profundiza, y esta acción del precio lo refleja.

Los traders a corto plazo han salido escaldados, las instituciones están acumulando y ahora todas las miradas están puestas en lo que pueda señalar Powell. El nivel $93K —antes resistencia—ahora actúa como un suelo psicológico que los alcistas defienden con fuerza.