¿Alguna vez te has planteado que esos 10.000 pasos que das cada día en realidad valen dinero? Sweatcoin ha hecho realidad esta idea: una aplicación Move-to-Earn que está arrasando, ya ha atraído a más de 120 millones de usuarios y ha generado un total de 50.000 millones de tokens SWEAT. No es ciencia ficción, es algo que está ocurriendo ahora mismo.
Mecanismo central: andar = minar
Dicho de forma sencilla, Sweatcoin sustituye la potencia de cálculo por tus pasos. Por cada 1.000 pasos consigues 0,95 Sweatcoin, todo ello monitorizado automáticamente mediante el GPS y los sensores de tu móvil. A diferencia de la minería de Bitcoin, que consume electricidad, la minería de Sweatcoin se basa en actividad física real, lo que explica su atractivo entre los aficionados al fitness.
Dato clave: según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine en 2018, los usuarios aumentaron su nivel de actividad física en un 20% tras 6 meses de uso de la app. Esto demuestra que el incentivo realmente funciona.
Tokenomics: la depreciación es la norma
El token SWEAT salió al mercado en septiembre de 2022, pero la recompensa por minar disminuye cada año:
Fase inicial: 1.000 pasos = 1 SWEAT
1 año después: 1.000 pasos = 0,33 SWEAT
5 años después: 1.000 pasos = 0,02 SWEAT
Situación actual: se necesitan 3.623 pasos para generar 1 SWEAT, y la plataforma cobra una comisión del 5%. Hay un límite diario de 5 SWEAT, salvo que decidas hacer staking de tokens para desbloquear restricciones.
La ventaja de este mecanismo de depreciación es que previene la inflación, pero su inconveniente es que los nuevos usuarios ganan cada vez menos, un problema común en los juegos Move-to-Earn.
¿Cómo gastar SWEAT? El ecosistema está bastante bien
Consumo directo: compra de equipamiento deportivo, electrónica, tarjetas regalo en el marketplace de la app
Colaboraciones de marca: más de 600 socios como Audible, Apple, TIDAL, Headspace
Transacciones on-chain: transferencia a monederos cripto y compraventa en exchanges
Staking: obtén rendimientos haciendo staking en Sweat Wallet
Donaciones benéficas: apoyo a organizaciones como Save the Children, Cancer Research UK, entre otras
Comparado con su competidor STEPN, la ventaja de Sweatcoin es que la entrada es completamente gratuita (en STEPN hay que comprar unas zapatillas NFT), mientras que su desventaja es que sus funciones son más simples y sólo cuenta con un token, no con un sistema de doble token.
Seguridad y privacidad: ¿es de fiar?
Sweatcoin aplica varias capas de protección:
Tratamiento anónimo de datos, sin venta de información de usuarios
Transmisión cifrada de extremo a extremo
Algoritmo de verificación secundario para prevenir trampas (por ejemplo, evitar hacer trampas agitando el móvil)
Soporte para autenticación en dos pasos (2FA)
Aunque requiere permisos de localización, la app sólo recopila los datos necesarios de pasos, y no recopila datos de forma masiva como hacen algunas redes sociales.
Perspectivas de futuro
La hoja de ruta oficial incluye varias novedades interesantes:
Marketplace de NFT: permitirá comprar y vender NFT utilizando SWEAT
Expansión de actividades: pasar del simple hecho de andar a incluir ciclismo y natación
Gobernanza DAO: transición futura a una organización autónoma descentralizada, dando a los usuarios derecho a voto
Compatibilidad con dispositivos: mejor integración con wearables como Fitbit, Garmin, etc.
Aviso de riesgos
El mayor problema de este tipo de apps es la estabilidad del valor. A medida que aumentan los usuarios, también lo hace la oferta, lo que presiona a la baja el valor del token. Si el sistema de incentivos no consigue atraer y mantener a usuarios activos, el valor del token puede verse comprometido.
Además, el dinero que se gana moviéndose es, en realidad, bastante limitado: el máximo diario de 5 SWEAT, a precios actuales, equivale a muy poco en moneda fiduciaria. El verdadero valor estriba en el hábito saludable que promueve.
En resumen: la mayor innovación de Sweatcoin no está en el retorno financiero, sino en su capacidad para modificar hábitos mediante incentivos, haciendo que el ejercicio sea divertido. Si te gusta caminar y, de paso, ganas algo de cripto, puede ser una experiencia interesante. Pero si sólo buscas ganar dinero, es posible que te decepcione.
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Sweatcoin 2024: ¿Ganar criptomonedas caminando? ¿De verdad se puede ganar dinero con esto?
¿Alguna vez te has planteado que esos 10.000 pasos que das cada día en realidad valen dinero? Sweatcoin ha hecho realidad esta idea: una aplicación Move-to-Earn que está arrasando, ya ha atraído a más de 120 millones de usuarios y ha generado un total de 50.000 millones de tokens SWEAT. No es ciencia ficción, es algo que está ocurriendo ahora mismo.
Mecanismo central: andar = minar
Dicho de forma sencilla, Sweatcoin sustituye la potencia de cálculo por tus pasos. Por cada 1.000 pasos consigues 0,95 Sweatcoin, todo ello monitorizado automáticamente mediante el GPS y los sensores de tu móvil. A diferencia de la minería de Bitcoin, que consume electricidad, la minería de Sweatcoin se basa en actividad física real, lo que explica su atractivo entre los aficionados al fitness.
Dato clave: según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine en 2018, los usuarios aumentaron su nivel de actividad física en un 20% tras 6 meses de uso de la app. Esto demuestra que el incentivo realmente funciona.
Tokenomics: la depreciación es la norma
El token SWEAT salió al mercado en septiembre de 2022, pero la recompensa por minar disminuye cada año:
Situación actual: se necesitan 3.623 pasos para generar 1 SWEAT, y la plataforma cobra una comisión del 5%. Hay un límite diario de 5 SWEAT, salvo que decidas hacer staking de tokens para desbloquear restricciones.
La ventaja de este mecanismo de depreciación es que previene la inflación, pero su inconveniente es que los nuevos usuarios ganan cada vez menos, un problema común en los juegos Move-to-Earn.
¿Cómo gastar SWEAT? El ecosistema está bastante bien
Comparado con su competidor STEPN, la ventaja de Sweatcoin es que la entrada es completamente gratuita (en STEPN hay que comprar unas zapatillas NFT), mientras que su desventaja es que sus funciones son más simples y sólo cuenta con un token, no con un sistema de doble token.
Seguridad y privacidad: ¿es de fiar?
Sweatcoin aplica varias capas de protección:
Aunque requiere permisos de localización, la app sólo recopila los datos necesarios de pasos, y no recopila datos de forma masiva como hacen algunas redes sociales.
Perspectivas de futuro
La hoja de ruta oficial incluye varias novedades interesantes:
Aviso de riesgos
El mayor problema de este tipo de apps es la estabilidad del valor. A medida que aumentan los usuarios, también lo hace la oferta, lo que presiona a la baja el valor del token. Si el sistema de incentivos no consigue atraer y mantener a usuarios activos, el valor del token puede verse comprometido.
Además, el dinero que se gana moviéndose es, en realidad, bastante limitado: el máximo diario de 5 SWEAT, a precios actuales, equivale a muy poco en moneda fiduciaria. El verdadero valor estriba en el hábito saludable que promueve.
En resumen: la mayor innovación de Sweatcoin no está en el retorno financiero, sino en su capacidad para modificar hábitos mediante incentivos, haciendo que el ejercicio sea divertido. Si te gusta caminar y, de paso, ganas algo de cripto, puede ser una experiencia interesante. Pero si sólo buscas ganar dinero, es posible que te decepcione.