Aunque el discurso del presidente de la SEC propuso algunas ideas regulatorias claras, sigo siendo cauteloso respecto a si los organismos reguladores realmente pueden comprender y adaptarse a la naturaleza innovadora de las criptomonedas. Clasificar los tokens y definir claramente las condiciones para la finalización de los contratos de inversión es, sin duda, un avance. Sin embargo, espero que los reguladores puedan ser más flexibles y dejen más espacio para la innovación. Al fin y al cabo, unas normas demasiado rígidas podrían sofocar muchos proyectos con potencial. Debemos mantenernos alerta y seguir de cerca la formulación y aplicación de las políticas concretas que se adopten en el futuro. Al mismo tiempo, recomiendo a los inversores que sigan actuando con cautela y gestionen bien la asignación de activos y el control de riesgos.