El viaje de XRP: de los 3.84 USD al olvido relativo

Cuando XRP tocó fondo en enero de 2018 a 3.84 USD, nadie imaginaba que ese sería su pico más alto de toda la historia. Hoy, 7 años después, ese momento sigue siendo el fantasma que persigue a cualquier holder de Ripple.

¿Qué pasó en 2017-2018?

La receta del éxito fue simple pero intoxicante:

El contexto: BTC disparándose a 20k USD, ICOs prometiendo el oro y la plata, y la especulación alcanzando niveles psicopáticos. XRP surfeó esta ola masiva porque reunía los ingredientes perfectos para el hype.

La narrativa ganadora: Mientras Bitcoin era “el oro digital”, XRP se vendía como “la moneda de los bancos”. Ripple Labs no paraba de anunciar partnerships con megabancos que supuestamente iban a adoptar RippleNet. Los traders minoristas enloquecían: un token barato, promesas de adopción masiva, velocidad de transacciones… ¿qué podía salir mal?

El efecto FOMO: A precio bajo y con potencial de 100x, cualquiera quería entrar. La barrera de entrada era ridículamente baja comparada con BTC o ETH.

El plot twist: 2018 en adelante

Lo que vino después fue brutal:

Enero 2018: El mercado cambió de opinión de la noche a la mañana. Crypto winter no es una exageración—fue una masacre. XRP perdió ~95% de su valor como el resto.

2020-2023: La SEC demandó a Ripple acusando a XRP de ser un valor no registrado. Mientras ese drama legal se desarrollaba, otras blockchains (Ethereum, Solana, nuevas L1s) capturaban toda la innovación y atención de desarrolladores.

Hoy: XRP sigue vivo, pero ese ATH de 3.84 USD se siente cada vez más lejano. La competencia le comió el almuerzo, los fundamentals nunca fueron tan fuertes como el hype prometía, y la adopción bancaria que promovían… nunca llegó a materializar como se esperaba.

La lección

XRP es un recordatorio perfecto de que en crypto, el precio no refleja tecnología—refleja narrativa. Y cuando la narrativa cambia, los que compraron en el pico se quedan esperando la recuperación.