Hamster Kombat: ¿Cómo 300 millones de usuarios cayeron en la trampa?

De la nada, Hamster Kombat se convirtió en un fenómeno. Superó a Bitcoin en Google Trends, atrajo 150 millones de usuarios en semanas, y 300 millones de direcciones interactuaron con el juego. Los YouTubers no paraban de hablar de él. Los influencers promovían predicciones de precios que rozaban lo irreal: $1, $5, incluso comparaciones con Shiba Inu.

Pero aquí está el problema real: el 90% de los usuarios eran recién llegados a Web3, sin idea de qué era FDV o tokenómica. Solo seguían los sueños que les vendían. En países del sur de Asia, Hamster Kombat se convirtió en la promesa de escapar de la pobreza.

Luego llegó el TGE. Los precios colapsaron. Las expectativas infladas se desmoronaron en minutos.

Los influencers que antes gritaban “¡A la luna!” ahora acusaban al proyecto de estafa. Pero el verdadero problema no fue Hamster Kombat en sí, sino la manipulación masiva de expectativas.

La lección más amarga: la Web3 no es un atajo para enriquecerse rápido. Los nuevos usuarios necesitan entender tokenómica antes de invertir todo. Sino, seguiremos viendo el mismo ciclo: hype → decepción → acusaciones de estafa.

Más bots de Telegram vienen en camino. ¿Aprenderemos algo o repetiremos el mismo error?