Colombia y las Criptos: Un Limbo Regulatorio que Genera Caos

En Colombia puedes comprar Bitcoin sin ir a la cárcel, pero cuando intentas usarlo en tu banco… ahí empieza el problema. La Superintendencia Financiera prohibió explícitamente que los bancos locales operen transacciones relacionadas con criptomonedas, lo que en la práctica significa que tienes activos digitales pero no puedes moverlos fácilmente a través del sistema financiero tradicional.

El Paradoja Colombiana

La realidad del usuario: Si eres inversor y compras cripto para especular, está permitido. Pero si tu banco se entera, te cierran la cuenta. Muchos terminan usando efectivo o plataformas P2P, aumentando exponencialmente el riesgo de fraude y movimientos en economía gris.

Para negocios es aún más complicado: Una tienda que acepte pagos en cripto debe reportar esas ganancias a la DIAN (como cualquier ingreso), pero aquí viene lo kafkiano: no existe una clasificación económica oficial para criptomonedas. Los contadores improvisan, la DIAN no sabe cómo categorizarlo, y las empresas quedan en un vacío legal donde pueden terminar multadas por no cumplir algo que nadie definió bien.

¿Qué está pasando realmente?

La posición oficial es “no es ilegal pero no la regulamos”. Traducción: regulación por omisión. El resultado es caótico: mercado subterráneo crece, bancos rehúsan clientes, y la única forma de operar cripto sin fricción es simplemente evitar completamente el sistema bancario. Ni avance, ni claridad. Solo incertidumbre.

Mientras países vecinos como El Salvador y Paraguay avanzan hacia marcos legales definidos, Colombia sigue en tierra de nadie regulatoria.