Al enterarse de la noticia, no solo las criptomonedas colapsaron, sino que también las bolsas de EE. UU. se hundieron. El verdadero problema no somos nosotros; el problema radica en nuestra dependencia de factores externos. Con los mercados tan interconectados, una sola ola de choque puede arrastrar todo.
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Al enterarse de la noticia, no solo las criptomonedas colapsaron, sino que también las bolsas de EE. UU. se hundieron. El verdadero problema no somos nosotros; el problema radica en nuestra dependencia de factores externos. Con los mercados tan interconectados, una sola ola de choque puede arrastrar todo.