Hoy el mercado nos dio otro golpe fuerte.

Primero, mencionemos dos señales notables: la ley de financiamiento temporal ha sido aprobada y las agencias gubernamentales pueden reanudar sus operaciones normales lo antes posible, quizás hoy. ¿Cómo se debe interpretar esto? Bitcoin ahora está estancado en el nivel de 100,000, y según la lógica, no debería haber un desplome abrupto. La otra cuestión más crítica: el índice de miedo ha caído directamente a 14; la última vez que vimos este número fue cuando había noticias de aranceles por todas partes. La experiencia histórica nos dice que cuando el índice cae a 20, suele haber un rebote técnico. Ahora que estamos en 14, los que tengan un poco de audacia podrían considerar acumular en partes, pero deben establecer una línea de detención de pérdidas con anticipación.

Desde el gráfico, la caída de anoche llevó el precio de nuevo a la zona de 101000, y la tendencia de estos días durante el día es prácticamente una copia. El gráfico de velas de 15 minutos ya ha mostrado una formación de base, solo falta que los toros aumenten el volumen para impulsarlo. Basándonos en el ritmo anterior, podría haber movimientos en la sesión de la tarde.

Mi opinión es: ahora es un buen momento para posicionarse. En el ciclo largo, el patrón de oscilación es muy evidente, combinado con un índice de miedo extremadamente bajo, tanto la tasa de éxito como la relación riesgo-recompensa son más favorables que en los últimos días. Por supuesto, si prefieres ser más conservador, puedes esperar una señal en el lado derecho: no está de más esperar a que los toros muestren su fuerza claramente antes de seguir el precio.

Recientemente, muchas personas se quejan de que los cambios en el mercado son demasiado rápidos para ser capturados. Para ser sincero, mientras no haya un impacto de noticias de nivel cisne negro, los indicadores técnicos pueden captar los puntos de inflexión con bastante anticipación. Durante este tiempo, he estado insistiendo en el trading del lado derecho: cuando la señal es clara, actúo con decisión; si no hay señal, me quedo observando. En lugar de adivinar ciegamente los máximos y mínimos, es mejor dejar que el mercado hable por sí mismo.