Nueva Zelanda acaba de alcanzar un hito sombrío: más ciudadanos abandonaron el país en el año que terminó en septiembre que nunca antes. ¿Por qué? La economía local ha estado estancada y la gente busca mejores salarios en el extranjero.
Es el escenario clásico de la fuga de cerebros. Cuando las oportunidades nacionales se agotan, el talento se dirige hacia donde fluye el dinero. Estamos viendo patrones similares a nivel global: los trabajadores cualificados, especialmente en tecnología y finanzas, ya no están atados a la geografía. El trabajo remoto y las economías digitales (hola, trabajos en cripto) han facilitado más que nunca cambiar de país cuando el mercado local se estanca.
Te hace preguntarte: ¿cuántos de esas personas que se van están pivotando hacia roles en Web3? La economía descentralizada no le importa las fronteras, y tampoco las oportunidades que crea.
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Nueva Zelanda acaba de alcanzar un hito sombrío: más ciudadanos abandonaron el país en el año que terminó en septiembre que nunca antes. ¿Por qué? La economía local ha estado estancada y la gente busca mejores salarios en el extranjero.
Es el escenario clásico de la fuga de cerebros. Cuando las oportunidades nacionales se agotan, el talento se dirige hacia donde fluye el dinero. Estamos viendo patrones similares a nivel global: los trabajadores cualificados, especialmente en tecnología y finanzas, ya no están atados a la geografía. El trabajo remoto y las economías digitales (hola, trabajos en cripto) han facilitado más que nunca cambiar de país cuando el mercado local se estanca.
Te hace preguntarte: ¿cuántos de esas personas que se van están pivotando hacia roles en Web3? La economía descentralizada no le importa las fronteras, y tampoco las oportunidades que crea.