La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, acaba de decir algo: es posible que los informes del IPC y del empleo de octubre no se publiquen directamente. También agregó de pasada — ojalá que la paralización del gobierno termine esta noche.

¿Suena como si los datos se retrasaran? En realidad, hay más matices. Vamos a desglosarlo.

**¿Por qué no se pueden publicar los datos?**

Por la paralización del gobierno, los empleados del Departamento de Trabajo y la Oficina de Estadísticas están en casa. El IPC y las cifras de empleo dependen de que ellos trabajen horas extras para recopilar los datos. Sin personal, naturalmente, no se puede hacer.

Lo que Jean-Pierre dice de que "puede que nunca se publiquen" no significa que quieran esconder la información — sino que, al retrasar la publicación hasta que casi estén listos los datos de noviembre, la cifra de octubre ya sería obsoleta. El mercado simplemente saltaría un mes de informes económicos.

**¿Cómo reaccionará el mercado?**

En pocas palabras:

**El timón se ha perdido, y todos empiezan a especular.**

Antes, los inversores usaban el IPC para evaluar la presión inflacionaria y las cifras de empleo para adivinar si la Reserva Federal bajaría las tasas. Ahora, con estas dos piezas clave ausentes, incluso la Fed tendrá que tomar decisiones a ciegas.

Cuando las expectativas se desordenan, el mercado tiende a volverse impredecible.

Por ejemplo:
- Si el IPC baja, sería una buena noticia para los activos de riesgo;
- Si el IPC sube, en un momento en que se esperaba enfriamiento, eso genera confusión.

Pero ahora nadie sabe los números reales, solo puede adivinar. Las criptomonedas y las acciones tecnológicas, que son muy sensibles a las emociones, probablemente experimentarán volatilidad aumentada a corto plazo.

En días sin datos, el mercado solo puede seguir la intuición.