Los gigantes del streaming han perfeccionado una fórmula que se vuelve cada vez más evidente. Toma "Being Eddie" de Netflix como ejemplo. Lo que se promociona como un documental íntimo termina pareciendo más una campaña de relaciones públicas cuidadosamente orquestada.
El patrón es difícil de ignorar ahora. Estas plataformas lanzan documentales de celebridades que prometen acceso directo y historias no contadas, pero de alguna manera la versión final evita cualquier contenido realmente controvertido. Las preguntas difíciles? Pasadas por alto. La realidad caótica? Edulada para que sea segura y comercializable.
No se trata solo de un documental. Esto se ha convertido en el guion. Las celebridades mejoran su imagen, las plataformas obtienen su contenido, y las audiencias se quedan preguntándose a dónde fue la verdadera historia. Las verdades incómodas que podrían hacer que estos filmes sean interesantes? Se dejan en la sala de edición en favor de narrativas que no molesten a nadie.
¿Nos estamos quedando solo con documentales o simplemente con comunicados de prensa extendidos con mejor cinematografía?
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fomo_fighter
· hace7h
Solo es una típica forma de hacer dinero fácil con los ingenuos
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LiquidityNinja
· hace7h
¿Eh? ¿Es más importante blanquear que documentar?
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DegenWhisperer
· hace7h
La hierba, solo es un envase para lavarse la cara.
Los gigantes del streaming han perfeccionado una fórmula que se vuelve cada vez más evidente. Toma "Being Eddie" de Netflix como ejemplo. Lo que se promociona como un documental íntimo termina pareciendo más una campaña de relaciones públicas cuidadosamente orquestada.
El patrón es difícil de ignorar ahora. Estas plataformas lanzan documentales de celebridades que prometen acceso directo y historias no contadas, pero de alguna manera la versión final evita cualquier contenido realmente controvertido. Las preguntas difíciles? Pasadas por alto. La realidad caótica? Edulada para que sea segura y comercializable.
No se trata solo de un documental. Esto se ha convertido en el guion. Las celebridades mejoran su imagen, las plataformas obtienen su contenido, y las audiencias se quedan preguntándose a dónde fue la verdadera historia. Las verdades incómodas que podrían hacer que estos filmes sean interesantes? Se dejan en la sala de edición en favor de narrativas que no molesten a nadie.
¿Nos estamos quedando solo con documentales o simplemente con comunicados de prensa extendidos con mejor cinematografía?