Aquí hay algo en qué pensar: cada vez que gastas BTC, en esencia lo estás vendiendo.

Claro, se siente diferente que presionar ese botón de vender en un intercambio. Pero el resultado? Lo mismo. Estás convirtiendo tu Bitcoin en otra cosa.

Y aquí está la clave: podrías mirar hacia atrás en unos años y desear no haberlo hecho. Todos hemos oído esas historias de pizza. No te conviertas en una tú mismo.

Si realmente necesitas gastar, tal vez considera usar fiat en su lugar. Deja que tu BTC permanezca quieto. Tu yo futuro podría agradecértelo.