Esa es la belleza de la arquitectura de GRID: la inteligencia no está centralizada en un solo lugar. En cambio, se distribuye entre múltiples agentes que validan el trabajo de los demás. Sin un punto único de fallo, sin actores malintencionados que tomen el control. Este modelo de verificación cruzada es lo que permite que el sistema escale horizontalmente sin comprometer la seguridad o la estabilidad. Es un enfoque bastante sólido para resolver el trilema de escalabilidad, si me preguntas.