Londres recientemente dictó un fallo que sorprendió al mundo Cripto.

Un grupo de estafadores se especializa en apuntar a los ancianos, haciéndose pasar por productos de salud y minería de criptomonedas, llevando a cabo un típico esquema Ponzi, estafando a más de 120,000 personas. El dinero obtenido de la estafa fue cambiado por bitcoins y escondido, pero el año pasado la policía desmanteló todo.

¿Qué tan exagerada es la escala de esta incautación? Se confiscaron directamente 61,000 BTC, lo que equivale a aproximadamente 6,300 millones de dólares según el precio de ese momento. Esta cifra establece un nuevo récord en la historia de las incautaciones de activos cripto en el Reino Unido, y el principal culpable fue condenado a casi 12 años de prisión.

Ahora el problema es a quién pertenece realmente esta moneda. Las víctimas están en varios países, y las autoridades están enredadas en la distribución de activos. Este tipo de casos transfronterizos son realmente complicados, pero al menos prueba un punto: por más anónimos que sean los activos en la cadena, si hay que atrapar a alguien, no se escapará.