Las tensiones comerciales entre naciones aliadas crean efectos en cadena que van más allá de las líneas arancelarias. Cuando los conflictos económicos se intensifican entre socios, el daño no se limita: la cooperación en defensa, el intercambio de inteligencia y la coordinación estratégica todos sufren.

Un legislador senior señaló recientemente esta incómoda realidad: lanzar ofensivas comerciales contra tus socios más cercanos hace que la colaboración en áreas críticas como la seguridad sea significativamente más difícil. Es un recordatorio de que los mercados no operan en aislamiento de la geopolítica.

Para los inversores en criptomonedas que observan las tendencias macroeconómicas, estas fracturas en las relaciones internacionales son importantes. Las guerras comerciales modifican los flujos de capital, alteran los apetitos de riesgo y remodelan el panorama de los sistemas financieros transfronterizos, incluidos los activos digitales. Cuando las alianzas tradicionales se tensan, a veces la infraestructura financiera alternativa gana tracción inesperada.