El jefe de BASF acaba de lanzar una bomba sobre el sistema de comercio de carbono de Europa. Calificarlo como un "mecanismo de destrucción" para la base industrial del continente no es la diplomacia corporativa habitual.
No se trata de un crítico marginal; estamos hablando de liderazgo de uno de los mayores productores de productos químicos del mundo. El comentario va directo a la tensión entre los marcos de política climática y la competitividad económica. El esquema de comercio de CO₂ de la UE, diseñado para valorar las emisiones de carbono e impulsar transiciones verdes, está recibiendo una fuerte crítica por potencialmente perjudicar a los fabricantes.
Cuando los principales actores de la industria empiezan a usar un lenguaje tan contundente, señala una fricción real entre los ideales regulatorios y la realidad empresarial en el terreno. Se suponía que el mercado de créditos de carbono equilibraría los objetivos ambientales con el crecimiento industrial, pero esta crítica sugiere que las balanzas podrían estar inclinándose demasiado.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
9 me gusta
Recompensa
9
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LeekCutter
· hace6h
Las políticas de competencia interna también están llegando al límite y no se pueden sostener más
Ver originalesResponder0
GateUser-9ad11037
· hace6h
¡Genial! Las grandes fábricas de Europa están en marcha.
Ver originalesResponder0
ruggedSoBadLMAO
· hace6h
este sistema de comercio de carbono está afectando de manera diferente... aunque no de buena manera
Ver originalesResponder0
failed_dev_successful_ape
· hace6h
Vaya... realmente se están haciendo daño a sí mismos con esta tontería del carbono
El jefe de BASF acaba de lanzar una bomba sobre el sistema de comercio de carbono de Europa. Calificarlo como un "mecanismo de destrucción" para la base industrial del continente no es la diplomacia corporativa habitual.
No se trata de un crítico marginal; estamos hablando de liderazgo de uno de los mayores productores de productos químicos del mundo. El comentario va directo a la tensión entre los marcos de política climática y la competitividad económica. El esquema de comercio de CO₂ de la UE, diseñado para valorar las emisiones de carbono e impulsar transiciones verdes, está recibiendo una fuerte crítica por potencialmente perjudicar a los fabricantes.
Cuando los principales actores de la industria empiezan a usar un lenguaje tan contundente, señala una fricción real entre los ideales regulatorios y la realidad empresarial en el terreno. Se suponía que el mercado de créditos de carbono equilibraría los objetivos ambientales con el crecimiento industrial, pero esta crítica sugiere que las balanzas podrían estar inclinándose demasiado.