Tras mucho tiempo de la gran obra de cierre del gobierno de Estados Unidos, finalmente se empiezan a ver signos de flexibilización. Por un lado, los demócratas han cedido primero, abriendo una brecha en el estancamiento. Las acciones estadounidenses han caído en picada, causando inquietud, mientras ambos partidos pelean sin cesar por el proyecto de presupuesto, al borde de no poder sostenerse.

¿En qué punto está el problema? Los demócratas insisten en incluir en el proyecto de ley de presupuesto la extensión de los subsidios de atención médica y temas de inmigración, mientras que los republicanos se niegan rotundamente. Trump claramente quiere agotar el proceso, con una postura de "que se apuren ustedes".

Pero ahora la situación ha cambiado. El dinero en el mercado se está volviendo cada vez más escaso, los salarios de los empleados públicos llevan más de un mes sin pagar, y el líder demócrata Schumer no puede soportar más la presión. Propuso un nuevo plan: los temas de atención médica pueden negociarse por separado, pero la extensión de los créditos fiscales debe prolongarse un año. Aunque los republicanos aún rechazan, los datos económicos empeoran día a día y la presión pública aumenta, por lo que las negociaciones en realidad ya se han reabierto.

Si el gobierno continúa cerrando así, el flujo de fondos en el mercado solo saldrá y no entrará, y la pérdida de confianza y la recesión en la bolsa serán solo cuestión de tiempo. Desde la situación actual, es muy probable que en las próximas una o dos rondas de negociación ambos partidos lleguen a un acuerdo. Los republicanos también necesitan una salida. La mayoría apuesta a que la próxima semana el gobierno volverá a funcionar.