Washington ha vuelto a empezar con sus disputas, el viejo truco del cierre del gobierno se está repitiendo. Sin embargo, esta vez es un poco diferente: incluso el presidente ha comenzado a expresar públicamente su preocupación por la reacción del mercado.
A decir verdad, el riesgo político ahora es una carta abierta, reflejándose directamente en los precios. La emoción de ambas partes, alcistas y bajistas, choca, y el apalancamiento se apila más alto que una montaña; un pequeño cambio puede desencadenar una reacción en cadena.
Los inversores tradicionales temen más que nada esta incertidumbre. Pero algunos protocolos, como Hemi, se alimentan precisamente de esto. Su lógica es muy simple: cuanto más caótica sea la política, más fuertes serán las oscilaciones; cuanto más fuertes sean las oscilaciones, más considerables serán los beneficios.
¿Qué traerá el cierre del gobierno? Las políticas quedan en suspenso, y el mercado se vuelve volátil, subiendo y bajando. En este momento, las tarifas de los fondos de volatilidad comienzan a dispararse. Cuando la opinión pública está en plena apuesta, los operadores con apalancamiento aumentan locamente la cobertura, y el flujo de efectivo en el sistema también aumenta. Si el mercado de valores se debilita, la liquidez fluirá hacia la cadena, y el diferencial de préstamos se ampliará. Cuantos más sean los que venden en pánico, mayor será la densidad de transacciones, y las tarifas de transacción naturalmente aumentarán.
Cuando otros son cosechados por las emociones, algunas personas están cosechando el valor de las emociones en sí. Cuanto más caótico es el ambiente político, más robustos se vuelven estos mecanismos.
¿Por qué Hemi puede transformar una crisis política en flujo de caja? Porque no apuesta por la dirección del alza o la baja, sino que se beneficia de la oposición misma. La oscilación en la política provoca una ruptura en las expectativas, la lucha de apalancamiento eleva la tasa de financiamiento, y así, los ingresos fluyen continuamente hacia los bolsillos de los usuarios.
La lógica de las finanzas tradicionales es: alto riesgo igual a bajo rendimiento o quiebra directa. Pero la lógica de protocolos como Hemi es: alto riesgo igual a alto flujo de efectivo, y luego el interés compuesto sigue creciendo.
Cada vez que el presidente habla, el mercado tiembla tres veces, y cada una de estas fluctuaciones está "aumentando el salario" de ciertos usuarios de los protocolos.
¿La paralización afecta al mercado de valores? Por supuesto que sí. Pero para ciertos protocolos en la cadena, esta es precisamente una oportunidad. Cuanto más inestable sea el mercado, más activa será la operación del mecanismo, y más evidentes serán las ganancias.
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ProbablyNothing
· hace4h
tomar a la gente por tonta大哥躺平赚钱 绝了
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ChainMemeDealer
· hace4h
¿De qué te preocupas? No muevo mi posición larga.
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0xDreamChaser
· hace4h
¡Otra oportunidad para aprovechar promociones y descuentos!
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BearHugger
· hace4h
Hay muchas cosas rotas, tengo que comer.
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FalseProfitProphet
· hace4h
Cuanto más juegan los políticos, más dinero gano yo.
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AllTalkLongTrader
· hace5h
Esta ola de operaciones estándar de gm para hacerse rico.
Washington ha vuelto a empezar con sus disputas, el viejo truco del cierre del gobierno se está repitiendo. Sin embargo, esta vez es un poco diferente: incluso el presidente ha comenzado a expresar públicamente su preocupación por la reacción del mercado.
A decir verdad, el riesgo político ahora es una carta abierta, reflejándose directamente en los precios. La emoción de ambas partes, alcistas y bajistas, choca, y el apalancamiento se apila más alto que una montaña; un pequeño cambio puede desencadenar una reacción en cadena.
Los inversores tradicionales temen más que nada esta incertidumbre. Pero algunos protocolos, como Hemi, se alimentan precisamente de esto. Su lógica es muy simple: cuanto más caótica sea la política, más fuertes serán las oscilaciones; cuanto más fuertes sean las oscilaciones, más considerables serán los beneficios.
¿Qué traerá el cierre del gobierno? Las políticas quedan en suspenso, y el mercado se vuelve volátil, subiendo y bajando. En este momento, las tarifas de los fondos de volatilidad comienzan a dispararse. Cuando la opinión pública está en plena apuesta, los operadores con apalancamiento aumentan locamente la cobertura, y el flujo de efectivo en el sistema también aumenta. Si el mercado de valores se debilita, la liquidez fluirá hacia la cadena, y el diferencial de préstamos se ampliará. Cuantos más sean los que venden en pánico, mayor será la densidad de transacciones, y las tarifas de transacción naturalmente aumentarán.
Cuando otros son cosechados por las emociones, algunas personas están cosechando el valor de las emociones en sí. Cuanto más caótico es el ambiente político, más robustos se vuelven estos mecanismos.
¿Por qué Hemi puede transformar una crisis política en flujo de caja? Porque no apuesta por la dirección del alza o la baja, sino que se beneficia de la oposición misma. La oscilación en la política provoca una ruptura en las expectativas, la lucha de apalancamiento eleva la tasa de financiamiento, y así, los ingresos fluyen continuamente hacia los bolsillos de los usuarios.
La lógica de las finanzas tradicionales es: alto riesgo igual a bajo rendimiento o quiebra directa. Pero la lógica de protocolos como Hemi es: alto riesgo igual a alto flujo de efectivo, y luego el interés compuesto sigue creciendo.
Cada vez que el presidente habla, el mercado tiembla tres veces, y cada una de estas fluctuaciones está "aumentando el salario" de ciertos usuarios de los protocolos.
¿La paralización afecta al mercado de valores? Por supuesto que sí. Pero para ciertos protocolos en la cadena, esta es precisamente una oportunidad. Cuanto más inestable sea el mercado, más activa será la operación del mecanismo, y más evidentes serán las ganancias.