Las personas talentosas están abandonando ciudades caras e inseguras. ¿Por qué? El antiguo compromiso ya no existe.
Solía ser simple: tolerabas los altos impuestos y los vecindarios dudosos porque allí estaba el dinero. Tu carrera dependía literalmente de los códigos postales. Firmas de abogados en Manhattan. Trabajos tecnológicos en San Francisco. Banca en Londres.
Ya no más.
El trabajo se ha vuelto remoto. Las empresas funcionan con laptops y llamadas por Zoom. A los clientes no les importa si estás respondiendo correos electrónicos desde un penthouse o un pueblo costero. ¿La correa geográfica? Cortada.
Así que la gente está votando con sus pies. Florida. Portugal. Dubái. Texas. Cualquier lugar donde las matemáticas tengan sentido y no necesites tres cerrojos en tu puerta.
La migración ya ha comenzado. La pregunta no es si, sino qué tan rápido.
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Aquí está lo que estoy viendo desarrollarse:
Las personas talentosas están abandonando ciudades caras e inseguras. ¿Por qué? El antiguo compromiso ya no existe.
Solía ser simple: tolerabas los altos impuestos y los vecindarios dudosos porque allí estaba el dinero. Tu carrera dependía literalmente de los códigos postales. Firmas de abogados en Manhattan. Trabajos tecnológicos en San Francisco. Banca en Londres.
Ya no más.
El trabajo se ha vuelto remoto. Las empresas funcionan con laptops y llamadas por Zoom. A los clientes no les importa si estás respondiendo correos electrónicos desde un penthouse o un pueblo costero. ¿La correa geográfica? Cortada.
Así que la gente está votando con sus pies. Florida. Portugal. Dubái. Texas. Cualquier lugar donde las matemáticas tengan sentido y no necesites tres cerrojos en tu puerta.
La migración ya ha comenzado. La pregunta no es si, sino qué tan rápido.