Los pensamientos de las personas son muy susceptibles a la contaminación. Cuando juzgas algo, necesitas conocer el contexto y los hechos. Después de entender, lo que necesitas no es sabiduría, sino el coraje de enfrentar la realidad y juzgar con racionalidad y sentido común.
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Los pensamientos de las personas son muy susceptibles a la contaminación. Cuando juzgas algo, necesitas conocer el contexto y los hechos. Después de entender, lo que necesitas no es sabiduría, sino el coraje de enfrentar la realidad y juzgar con racionalidad y sentido común.