Aunque los fabricantes de vehículos eléctricos no están teniendo su mejor año, se proyecta que las ventas globales seguirán creciendo alrededor del 20% en 2025 en comparación con 2024. Sin embargo, el mercado estadounidense cuenta una historia diferente: las ventas realmente disminuyeron en el segundo trimestre, con solo un magro aumento del 1.5% en la primera mitad de 2025.
Este desafiante panorama explica la caída esperada en las entregas de Rivian Automotive este año. Sin embargo, veo una oportunidad convincente aquí que otros podrían estar pasando por alto.
El R2 podría cambiarlo todo
Las ventas de Rivian están luchando por varias razones: competencia más feroz (GM duplicó sus ventas de vehículos eléctricos a 78,000 unidades), los consumidores dudan debido a los cambios en los créditos fiscales y las incertidumbres arancelarias. Pero aquí está lo que realmente está sucediendo: Rivian no se está centrando en maximizar la producción actual.
En su lugar, están reconfigurando su planta en Illinois para producir el SUV R2, con una capacidad de 155,000 unidades anuales. La producción comienza este trimestre, con el objetivo de un lanzamiento a principios de 2026.
Me intriga particularmente la economía: Rivian espera que los costos de producción del R2 sean la mitad de lo que gastan en el R1. La dirección cree que esto creará “un camino rápido hacia un beneficio bruto positivo.”
Mi opinión: Alto riesgo, alto potencial
Como alguien que observa de cerca este espacio, creo que el mercado está subestimando el potencial de transformación de Rivian. El R2 representa su camino hacia la rentabilidad, algo que ha eludido a la mayoría de las startups de vehículos eléctricos.
Dicho esto, no soy ciego a los riesgos. Si el R2 no cumple con las expectativas o la producción enfrenta retrasos, las acciones podrían sufrir un golpe significativo. Esta no es una inversión para los débiles de corazón.
Pero para aquellos dispuestos a soportar la volatilidad potencial, comprar antes de que el R2 comience a salir de la línea de ensamblaje podría ser gratificante. La actual caída podría ser solo la calma antes de un movimiento ascendente significativo.
El mercado de vehículos eléctricos sigue siendo desafiante e impredecible, pero el enfoque de Rivian en reducir drásticamente los costos mientras entrega un nuevo producto atractivo lo hace digno de consideración para la parte de su cartera que tolera riesgos.
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Por qué estoy apostando por las acciones de Rivian a pesar de la caída actual
Aunque los fabricantes de vehículos eléctricos no están teniendo su mejor año, se proyecta que las ventas globales seguirán creciendo alrededor del 20% en 2025 en comparación con 2024. Sin embargo, el mercado estadounidense cuenta una historia diferente: las ventas realmente disminuyeron en el segundo trimestre, con solo un magro aumento del 1.5% en la primera mitad de 2025.
Este desafiante panorama explica la caída esperada en las entregas de Rivian Automotive este año. Sin embargo, veo una oportunidad convincente aquí que otros podrían estar pasando por alto.
El R2 podría cambiarlo todo
Las ventas de Rivian están luchando por varias razones: competencia más feroz (GM duplicó sus ventas de vehículos eléctricos a 78,000 unidades), los consumidores dudan debido a los cambios en los créditos fiscales y las incertidumbres arancelarias. Pero aquí está lo que realmente está sucediendo: Rivian no se está centrando en maximizar la producción actual.
En su lugar, están reconfigurando su planta en Illinois para producir el SUV R2, con una capacidad de 155,000 unidades anuales. La producción comienza este trimestre, con el objetivo de un lanzamiento a principios de 2026.
Me intriga particularmente la economía: Rivian espera que los costos de producción del R2 sean la mitad de lo que gastan en el R1. La dirección cree que esto creará “un camino rápido hacia un beneficio bruto positivo.”
Mi opinión: Alto riesgo, alto potencial
Como alguien que observa de cerca este espacio, creo que el mercado está subestimando el potencial de transformación de Rivian. El R2 representa su camino hacia la rentabilidad, algo que ha eludido a la mayoría de las startups de vehículos eléctricos.
Dicho esto, no soy ciego a los riesgos. Si el R2 no cumple con las expectativas o la producción enfrenta retrasos, las acciones podrían sufrir un golpe significativo. Esta no es una inversión para los débiles de corazón.
Pero para aquellos dispuestos a soportar la volatilidad potencial, comprar antes de que el R2 comience a salir de la línea de ensamblaje podría ser gratificante. La actual caída podría ser solo la calma antes de un movimiento ascendente significativo.
El mercado de vehículos eléctricos sigue siendo desafiante e impredecible, pero el enfoque de Rivian en reducir drásticamente los costos mientras entrega un nuevo producto atractivo lo hace digno de consideración para la parte de su cartera que tolera riesgos.