George Kamel, un gurú del dinero, compartió recientemente sus pensamientos sobre la bancarrota. No es un fan. Parece que tiene algunas razones sólidas.
La bancarrota es un gran problema. Está ahí para que todos lo vean. ¿Buscando trabajo? ¿Buscando casa? Podría ser complicado.
Y escucha esto: no es barato. Las tarifas y los abogados pueden costar una fortuna. ¿Es un poco irónico, verdad?
¿Tu puntuación de crédito? Uf. Estamos hablando de un golpe de una década. Préstamos, seguros, todo se vuelve más difícil.
¿Soñando con tener una casa? Quizás quieras poner eso en espera. Los prestamistas se ponen nerviosos cuando ven quiebra.
Aquí está la clave: puede que ni siquiera resuelva el verdadero problema. Algunas deudas persisten, y los viejos hábitos son difíciles de cambiar.
Kamel tiene otras ideas. Habla con tus acreedores. Consigue un entrenador financiero. Reduce gastos. Vende algunas cosas. Tal vez consigas un trabajo adicional.
No está del todo claro, pero esto podría ser mejor que la quiebra. Al menos no te perseguirán durante años.
Así que, piénsalo bien. Podría haber mejores maneras de abordar la deuda sin el dolor de cabeza a largo plazo de la bancarrota.
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George Kamel, un gurú del dinero, compartió recientemente sus pensamientos sobre la bancarrota. No es un fan. Parece que tiene algunas razones sólidas.
La bancarrota es un gran problema. Está ahí para que todos lo vean. ¿Buscando trabajo? ¿Buscando casa? Podría ser complicado.
Y escucha esto: no es barato. Las tarifas y los abogados pueden costar una fortuna. ¿Es un poco irónico, verdad?
¿Tu puntuación de crédito? Uf. Estamos hablando de un golpe de una década. Préstamos, seguros, todo se vuelve más difícil.
¿Soñando con tener una casa? Quizás quieras poner eso en espera. Los prestamistas se ponen nerviosos cuando ven quiebra.
Aquí está la clave: puede que ni siquiera resuelva el verdadero problema. Algunas deudas persisten, y los viejos hábitos son difíciles de cambiar.
Kamel tiene otras ideas. Habla con tus acreedores. Consigue un entrenador financiero. Reduce gastos. Vende algunas cosas. Tal vez consigas un trabajo adicional.
No está del todo claro, pero esto podría ser mejor que la quiebra. Al menos no te perseguirán durante años.
Así que, piénsalo bien. Podría haber mejores maneras de abordar la deuda sin el dolor de cabeza a largo plazo de la bancarrota.