¿Cuál es el secreto para que una persona tenga éxito en todo lo que hace? Simplemente no temer a nadie ni a nada. ¿Por qué tienes miedo? Porque tienes avaricia, no temes a los demás, solo temes perder lo que ellos pueden ofrecerte. No temes que algo falle, solo temes perder los beneficios que crees que deberías obtener. En otras palabras, detrás de todos tus miedos está tu obsesión por los beneficios, pero en realidad no tienes tantas cosas que necesites obtener. Por ejemplo, cuando te enfrentas a tu jefe, te pones nervioso, tratas de complacerlo, no porque sea estricto, sino porque en tu mente piensas: mi jefe decide cuánto sube mi salario, él influye en mi puesto, incluso mi vida está en sus manos. Por eso tienes miedo, temes porque quieres obtener algo de él, temes perder o perder oportunidades, temes que si no te desempeñas bien, la promoción y el aumento no serán para ti. Otro ejemplo es cuando ves a una belleza, tu corazón late más rápido, te quedas sin palabras. No es que esta mujer sea tan hermosa e inalcanzable, sino que imaginas: si esta mujer viviera conmigo, sería feliz. Si la pierdo, podría arrepentirme toda la vida. Eso es avaricia, deseas controlar el resultado, y la esencia de la avaricia es el miedo, porque temes no obtenerlo, por lo que antes de comenzar ya estás aplastado por el resultado.
Y la verdad de la naturaleza humana es que cuanto más intentas controlar el resultado, más fácil es que pierdas el control. En psicología también es así, es decir, cosas que dependen del resultado, en el momento en que comienzas a vincular tus emociones y valores a un resultado concreto, te arruinas. Pero todo lo que temes no son las cosas en sí, sino tu propia codicia interior. Y también tus obsesiones. Si deseas controlar demasiado el resultado, naturalmente vivirás cansado, cauteloso y con facilidad para la ansiedad. Pero la verdad es que la mayoría de las personas no valen tanto como imaginamos, lo que pueden ofrecerte no se compara con la solidez que obtienes al crecer por ti mismo. El verdadero fuerte es aquel que tiene calma interior, habla sin buscar agradar, porque sabe que incluso si no me das nada, igual viviré muy bien. Enfrenta cualquier cosa de cualquier persona sin tener ninguna fluctuación emocional. Porque nunca sobreestima el valor que otros le dan a su vida, y nunca entrega su vida en manos de otros. Eso es lo que te digo, esa es la mentalidad de élite.
¿Cómo se pueden mejorar estas actitudes? Primero, debes aceptar un hecho: lo que más teme la gente no son los demás, sino las expectativas que tiene de los demás. Tienes miedo de tu jefe porque temes ser ascendido o recibir un aumento, temes perder tu empleo, o, por ejemplo, temes a las mujeres porque deseas que les gustes, esperas que a ellas también les agrades. Tienes miedo de fracasar porque al principio esperabas que todo fuera sin problemas, temes una ruptura porque esperas que esa persona te ame para siempre. ¿Cuál es la esencia de todas estas expectativas? Es una fantasía. En este mundo, no hay ninguna persona que esté siempre a tu lado, ni hay ninguna oportunidad que sea exclusivamente para ti. Por lo tanto, la verdadera actitud proviene de aceptar que incluso si no tienes nada, no importa; simplemente deja que todo siga su curso.
El segundo es que debes entrenar una habilidad, que es que al ver a alguien, en tu mente debes repetir una frase, sin importar a quién veas, debes repetir una frase: no necesito obtener nada de esta persona. Su resultado será completamente diferente. La señal más poderosa de un hombre es que sus emociones no dependen de nadie. Es capaz de mantener el ritmo cuando tiene recursos y no se descompone cuando no los tiene. Cuando hay reconocimiento, sigo adelante; cuando nadie cree en mí, trabajo en silencio. Tiene claro que no es una persona que depende de otros para vivir, sino que tiene su propia confianza. Por ejemplo, si hoy decides conocer a una chica bonita, ya sea que te rechace o no te responda, eso no afecta tu vida futura; deberías hacer ejercicio, jugar al mahjong, ganar dinero, no es que no puedas vivir sin ella, ya vives lo suficientemente emocionante. Otro ejemplo es cuando hablas con un gran líder; no lo haces para adularlo, porque debes saber que tú también tienes valor y puedes crear valor. Incluso si habla de manera casual y no te respeta, no debes sentirte intimidado, porque no dependes de él para sobrevivir. Así que tienes que decirte a ti mismo: mi vida no necesita que nadie me dé limosnas, y mis emociones no necesitan ser controladas por nadie. En ese momento, te darás cuenta de que el miedo es, en realidad, una ilusión que tú mismo te has creado.
Tercero, sobre la ansiedad, creo que la fuente de toda ansiedad es que tienes un apego demasiado fuerte a tus ganancias y pérdidas. Tu ansiedad es, por ejemplo, que siempre estás calculando, ¿qué cosas he aportado, tengo algún retorno? Siempre te enredas en ello. Porque siempre te preocupa, si hago esto, ¿ofenderé a alguien? ¿perderé algo? Pero hay una frase que dice bien, cuando una persona comienza a sopesar pros y contras, ya ha perdido. Una persona verdaderamente segura de sí misma nunca teme perder. Porque tiene claro que si algo que debería ser mío, no dependo de la suerte, puedo tenerlo igual, y no perderé por un fracaso. Y si algo no es mío, por más que haga, no lo conseguiré. Entonces, ¿cuál es la idea de vivir con libertad? Es atreverse a aceptar la incertidumbre y también atreverse a renunciar al control. No puedes controlar los pensamientos y actitudes de los demás, ¿qué es lo único que puedes controlar? Tu propia mentalidad.
Cuarto, es deshacerse del miedo, ¿cómo deshacerse? Es reducir las expectativas. No debes imaginar cómo te responderá la otra persona, tampoco debes fantasear con que todas las cosas necesariamente se desarrollarán de una manera determinada. Si estás buscando retribuciones, la vida es un proceso de experiencias y errores constantes. Si quieres fortalecerte, si deseas crecer y acumular fuerza, debes templar tu mentalidad. Tu sensación de seguridad debe provenir de tu capacidad para actuar de manera independiente en cualquier momento, y no de la atención de los demás. Debes acostumbrarte a ser rechazado, o a cómo piensan y evalúan los demás; esas cosas realmente no son importantes. Lo que debes hacer es buscar hacia adentro, resolver todos los problemas por ti mismo, en lugar de buscar afuera y depositar todas tus esperanzas en otras personas. Debes tener claro este lógica. En esta sociedad, nadie ayudará a una persona sin valor. Hablar de relaciones es lo mismo; puedes gustar de alguien, pero no debes ser sumiso. Puedes buscar oportunidades, pero no debes distorsionar quién eres. Puedes enfrentar la presión; puedes tener presión, pero debes mantener la calma y no tener miedo.
Es que no dependes de nadie, debes buscar hacia adentro y aún así puedes vivir muy bien. Y cuando ya no tengas miedo, entonces serás libre; cuando eres libre, te vuelves fuerte, y este mundo comenzará a tomarte en serio. Algún día entenderás que el campo energético más poderoso en este mundo es no tener deseos, no tener miedo, esa es el arma que debe tener un hombre. El 99% de los miedos en este mundo son cosas que nosotros mismos pensamos en nuestra cabeza. Si quieres ganar, primero practica tu mente, no necesitas interpretar ningún papel para complacer a los demás, tampoco necesitas enfocarte en considerar las opiniones de los demás, realmente no hay tanto significado irrelevante.
Recuerda una frase, solo has vivido una vez, ¿con qué derecho dices que mi vida está equivocada?
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Cuál es el secreto para que una persona tenga éxito en todo lo que hace? Simplemente no temer a nadie ni a nada. ¿Por qué tienes miedo? Porque tienes avaricia, no temes a los demás, solo temes perder lo que ellos pueden ofrecerte. No temes que algo falle, solo temes perder los beneficios que crees que deberías obtener. En otras palabras, detrás de todos tus miedos está tu obsesión por los beneficios, pero en realidad no tienes tantas cosas que necesites obtener. Por ejemplo, cuando te enfrentas a tu jefe, te pones nervioso, tratas de complacerlo, no porque sea estricto, sino porque en tu mente piensas: mi jefe decide cuánto sube mi salario, él influye en mi puesto, incluso mi vida está en sus manos. Por eso tienes miedo, temes porque quieres obtener algo de él, temes perder o perder oportunidades, temes que si no te desempeñas bien, la promoción y el aumento no serán para ti. Otro ejemplo es cuando ves a una belleza, tu corazón late más rápido, te quedas sin palabras. No es que esta mujer sea tan hermosa e inalcanzable, sino que imaginas: si esta mujer viviera conmigo, sería feliz. Si la pierdo, podría arrepentirme toda la vida. Eso es avaricia, deseas controlar el resultado, y la esencia de la avaricia es el miedo, porque temes no obtenerlo, por lo que antes de comenzar ya estás aplastado por el resultado.
Y la verdad de la naturaleza humana es que cuanto más intentas controlar el resultado, más fácil es que pierdas el control. En psicología también es así, es decir, cosas que dependen del resultado, en el momento en que comienzas a vincular tus emociones y valores a un resultado concreto, te arruinas. Pero todo lo que temes no son las cosas en sí, sino tu propia codicia interior. Y también tus obsesiones. Si deseas controlar demasiado el resultado, naturalmente vivirás cansado, cauteloso y con facilidad para la ansiedad. Pero la verdad es que la mayoría de las personas no valen tanto como imaginamos, lo que pueden ofrecerte no se compara con la solidez que obtienes al crecer por ti mismo. El verdadero fuerte es aquel que tiene calma interior, habla sin buscar agradar, porque sabe que incluso si no me das nada, igual viviré muy bien. Enfrenta cualquier cosa de cualquier persona sin tener ninguna fluctuación emocional. Porque nunca sobreestima el valor que otros le dan a su vida, y nunca entrega su vida en manos de otros. Eso es lo que te digo, esa es la mentalidad de élite.
¿Cómo se pueden mejorar estas actitudes? Primero, debes aceptar un hecho: lo que más teme la gente no son los demás, sino las expectativas que tiene de los demás. Tienes miedo de tu jefe porque temes ser ascendido o recibir un aumento, temes perder tu empleo, o, por ejemplo, temes a las mujeres porque deseas que les gustes, esperas que a ellas también les agrades. Tienes miedo de fracasar porque al principio esperabas que todo fuera sin problemas, temes una ruptura porque esperas que esa persona te ame para siempre. ¿Cuál es la esencia de todas estas expectativas? Es una fantasía. En este mundo, no hay ninguna persona que esté siempre a tu lado, ni hay ninguna oportunidad que sea exclusivamente para ti. Por lo tanto, la verdadera actitud proviene de aceptar que incluso si no tienes nada, no importa; simplemente deja que todo siga su curso.
El segundo es que debes entrenar una habilidad, que es que al ver a alguien, en tu mente debes repetir una frase, sin importar a quién veas, debes repetir una frase: no necesito obtener nada de esta persona. Su resultado será completamente diferente. La señal más poderosa de un hombre es que sus emociones no dependen de nadie. Es capaz de mantener el ritmo cuando tiene recursos y no se descompone cuando no los tiene. Cuando hay reconocimiento, sigo adelante; cuando nadie cree en mí, trabajo en silencio. Tiene claro que no es una persona que depende de otros para vivir, sino que tiene su propia confianza. Por ejemplo, si hoy decides conocer a una chica bonita, ya sea que te rechace o no te responda, eso no afecta tu vida futura; deberías hacer ejercicio, jugar al mahjong, ganar dinero, no es que no puedas vivir sin ella, ya vives lo suficientemente emocionante. Otro ejemplo es cuando hablas con un gran líder; no lo haces para adularlo, porque debes saber que tú también tienes valor y puedes crear valor. Incluso si habla de manera casual y no te respeta, no debes sentirte intimidado, porque no dependes de él para sobrevivir. Así que tienes que decirte a ti mismo: mi vida no necesita que nadie me dé limosnas, y mis emociones no necesitan ser controladas por nadie. En ese momento, te darás cuenta de que el miedo es, en realidad, una ilusión que tú mismo te has creado.
Tercero, sobre la ansiedad, creo que la fuente de toda ansiedad es que tienes un apego demasiado fuerte a tus ganancias y pérdidas. Tu ansiedad es, por ejemplo, que siempre estás calculando, ¿qué cosas he aportado, tengo algún retorno? Siempre te enredas en ello. Porque siempre te preocupa, si hago esto, ¿ofenderé a alguien? ¿perderé algo? Pero hay una frase que dice bien, cuando una persona comienza a sopesar pros y contras, ya ha perdido. Una persona verdaderamente segura de sí misma nunca teme perder. Porque tiene claro que si algo que debería ser mío, no dependo de la suerte, puedo tenerlo igual, y no perderé por un fracaso. Y si algo no es mío, por más que haga, no lo conseguiré. Entonces, ¿cuál es la idea de vivir con libertad? Es atreverse a aceptar la incertidumbre y también atreverse a renunciar al control. No puedes controlar los pensamientos y actitudes de los demás, ¿qué es lo único que puedes controlar? Tu propia mentalidad.
Cuarto, es deshacerse del miedo, ¿cómo deshacerse? Es reducir las expectativas. No debes imaginar cómo te responderá la otra persona, tampoco debes fantasear con que todas las cosas necesariamente se desarrollarán de una manera determinada. Si estás buscando retribuciones, la vida es un proceso de experiencias y errores constantes. Si quieres fortalecerte, si deseas crecer y acumular fuerza, debes templar tu mentalidad. Tu sensación de seguridad debe provenir de tu capacidad para actuar de manera independiente en cualquier momento, y no de la atención de los demás. Debes acostumbrarte a ser rechazado, o a cómo piensan y evalúan los demás; esas cosas realmente no son importantes. Lo que debes hacer es buscar hacia adentro, resolver todos los problemas por ti mismo, en lugar de buscar afuera y depositar todas tus esperanzas en otras personas. Debes tener claro este lógica. En esta sociedad, nadie ayudará a una persona sin valor. Hablar de relaciones es lo mismo; puedes gustar de alguien, pero no debes ser sumiso. Puedes buscar oportunidades, pero no debes distorsionar quién eres. Puedes enfrentar la presión; puedes tener presión, pero debes mantener la calma y no tener miedo.
Es que no dependes de nadie, debes buscar hacia adentro y aún así puedes vivir muy bien. Y cuando ya no tengas miedo, entonces serás libre; cuando eres libre, te vuelves fuerte, y este mundo comenzará a tomarte en serio. Algún día entenderás que el campo energético más poderoso en este mundo es no tener deseos, no tener miedo, esa es el arma que debe tener un hombre. El 99% de los miedos en este mundo son cosas que nosotros mismos pensamos en nuestra cabeza. Si quieres ganar, primero practica tu mente, no necesitas interpretar ningún papel para complacer a los demás, tampoco necesitas enfocarte en considerar las opiniones de los demás, realmente no hay tanto significado irrelevante.
Recuerda una frase, solo has vivido una vez, ¿con qué derecho dices que mi vida está equivocada?