La Corte Suprema de Estados Unidos ha tomado recientemente una decisión importante que permite a la Junta de la Reserva Federal, Lisa Cook, continuar en su puesto hasta enero del próximo año. Esta decisión ha puesto en espera temporalmente la solicitud de despido presentada por el gobierno de Trump, y también revela un juego oculto sobre la dirección de la política monetaria en Estados Unidos.

Este ya es el segundo revés que enfrenta Trump en cuestiones de personal de la Reserva Federal. Anteriormente, había afirmado públicamente que tenía el derecho a reemplazar al presidente de la Reserva Federal, Powell, pero finalmente no pudo hacerlo debido a restricciones legales.

En agosto de este año, el gobierno de Trump solicitó la destitución de Cook bajo la acusación de "fraude hipotecario". Sin embargo, Cook respondió rápidamente, acusando que el procedimiento de despido era ilegal. Después de ser revisado por el tribunal de primera instancia y el tribunal de apelaciones, ambos niveles de la corte apoyaron la afirmación de Cook, y finalmente el caso fue apelado ante la Corte Suprema.

A simple vista, este es un caso de despido individual, pero en realidad refleja las discrepancias en la política de tasas de interés en Estados Unidos. Actualmente, dentro de la Junta de la Reserva Federal se está llevando a cabo un intenso debate sobre si se debe reducir drásticamente las tasas de interés. En la reunión de septiembre, la Reserva Federal aprobó una reducción leve del 0.25% con un resultado de votación de 11:1. El único voto en contra provino del nuevo miembro designado por Trump, Milan, quien argumentó que se debería implementar una reducción drástica del 0.5%.

Si Cook es despedido, Trump tendrá la oportunidad de nombrar a otro funcionario que apoye una fuerte reducción de las tasas de interés, cambiando así la balanza de poder dentro de la Reserva Federal. Esto es crucial para Trump, quien espera estimular la economía a través de tasas de interés bajas.

Esta decisión de la Corte Suprema significa que Cook continuará participando en las dos reuniones clave sobre decisiones de tasas de interés en octubre y diciembre. Esto sin duda afectará la dirección de la política monetaria en Estados Unidos a corto plazo y proporcionará una ventana importante para observar la comparación de fuerzas dentro de la Junta de la Reserva Federal.