Gemelos Winklevoss: de "estudiantes robados" a criptomillonarios

¿Quién podría haber pensado que estos dos chicos, a quienes Zuckerberg traicionó tan descaradamente, se convertirían en algunas de las personas más influyentes en el mundo de las criptomonedas? Recuerdo que me reía de ellos cuando vi "La red social" – dos privilegiados chicos ricos que se quejaban de que les "robaron la idea". ¡Y ahora míralos!

Cuando recibieron esos 65 millones de Zuckerberg como indemnización, la mayoría en su lugar lo habría gastado todo en yates y mansiones. ¡Pero estos chicos resultaron ser mucho más inteligentes de lo que los retratan en el cine! ¡Demonios, tomaron el dinero y lo invirtieron en bitcoin, cuando todos se reían de él! Aún me estoy mordiendo los codos por no haberlo hecho yo mismo en 2013.

De remeros a criptomagnates: una historia sacada de una película de Hollywood. Pero a diferencia de las películas, estos chicos realmente construyeron algo valioso, y no solo recogen cupones. Su exchange se ha convertido en uno de los pocos que ha sobrevivido a todos estos inviernos cripto y escándalos de colapsos de otras plataformas.

Ahora, cuando el bitcoin oscila alrededor de los 114,000 dólares, estos chicos ríen al último. ¿Qué pensará Zuckerberg, sabiendo que sus "víctimas" ahora son multimillonarios? ¡Probablemente se está mordiendo los codos por no haber invertido en cripto antes!

Por cierto, escuché que los gemelos han estado promoviendo un ETF de bitcoin desde hace mucho tiempo. Y aunque la SEC los ha estado retrasando durante mucho tiempo, parece que los hermanos aún ganarán a largo plazo.

Es curioso cómo el mundo ha cambiado: los "perdedores" de ayer hoy marcan tendencias en las finanzas del futuro. Y es que muchos expertos afirmaron durante años que el bitcoin era una burbuja. Mientras unos escribían artículos analíticos sobre el inminente colapso de las criptomonedas, los hermanos Winklevoss construían todo un imperio.

Y mientras el bitcoin sigue su implacable crecimiento, yo estoy aquí sentado y lamentando no haber escuchado a esos "ricos chicos" de Harvard hace diez años...