Con la reciente reducción de tasas de interés de la Reserva Federal, el mercado financiero vuelve a centrarse en la dirección futura de la política monetaria. Aunque la reducción de 25 puntos básicos en septiembre cumplió con las expectativas, el camino político que sigue está envuelto en la niebla de la incertidumbre.
El gráfico de puntos muestra que podría haber otra reducción de 50 puntos básicos en el transcurso del año, y el mercado ha elevado la probabilidad de un recorte de tasas en octubre a cerca del noventa por ciento. Sin embargo, detrás de este panorama aparentemente claro, se ocultan profundas discrepancias y consideraciones complejas.
A pesar de que el resultado de la votación del Comité Federal de Mercado Abierto aprobó la decisión de bajar las tasas de interés por 11 a 1, existen diferencias significativas en su interior. Nueve funcionarios apoyan un mayor recorte de tasas dentro del año, seis tienden a mantener el statu quo, mientras que el disidente Milán aboga por un recorte más agresivo. Esta discrepancia refleja la complejidad de la situación económica actual y resalta la dificultad de la toma de decisiones.
El presidente Powell expresó con cautela que la política se está moviendo hacia una posición neutral, sin una dirección preestablecida, esta postura aumenta aún más las conjeturas del mercado sobre la dirección futura de la política. Al mismo tiempo, la presión desde el ámbito político no puede ser ignorada. El actual presidente ha criticado en varias ocasiones públicamente la política de la Reserva Federal, e incluso ha hecho demandas de recortes de tasas más agresivos, lo que sin duda aumenta la dificultad de la toma de decisiones.
Sin embargo, el desempeño de los datos económicos ha planteado nuevos desafíos para la formulación de políticas. La inflación subyacente del PCE de agosto se mantuvo en 2.9%, y el gasto de consumo superó las expectativas, lo que parece estar en contradicción con los llamados a una expansión más rápida.
Mientras el mercado espera con gran expectativa una reducción de tasas, la Reserva Federal se ve obligada a buscar un equilibrio entre la presión inflacionaria, el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Esta regulación de la política monetaria, que involucra múltiples intereses, no solo pone a prueba la sabiduría de los tomadores de decisiones, sino que también desafía la capacidad de juicio de cada participante del mercado. Cómo la Reserva Federal pesará las diversas presiones y datos en el futuro sigue siendo el foco de atención del mercado financiero.
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BugBountyHunter
· hace2h
¿Qué hay de tan complicado? La gente del mundo Cripto está esperando recibir BTC.
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Ser_This_Is_A_Casino
· hace20h
Realmente se ha inaugurado el casino.
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SighingCashier
· hace20h
Ya estaba escondido y estropeado.
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SigmaValidator
· hace20h
¡Subir o caída, tú decides!
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DataBartender
· hace20h
¿Ah, esto? ¿Con la inflación alta aún quieren bajar las tasas de interés?
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BearMarketSurvivor
· hace20h
¿Aún estás dudando? ¡Hazlo y ya está!
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WagmiWarrior
· hace20h
¿Qué hay de complicado? Simplemente hay que bajar.
Con la reciente reducción de tasas de interés de la Reserva Federal, el mercado financiero vuelve a centrarse en la dirección futura de la política monetaria. Aunque la reducción de 25 puntos básicos en septiembre cumplió con las expectativas, el camino político que sigue está envuelto en la niebla de la incertidumbre.
El gráfico de puntos muestra que podría haber otra reducción de 50 puntos básicos en el transcurso del año, y el mercado ha elevado la probabilidad de un recorte de tasas en octubre a cerca del noventa por ciento. Sin embargo, detrás de este panorama aparentemente claro, se ocultan profundas discrepancias y consideraciones complejas.
A pesar de que el resultado de la votación del Comité Federal de Mercado Abierto aprobó la decisión de bajar las tasas de interés por 11 a 1, existen diferencias significativas en su interior. Nueve funcionarios apoyan un mayor recorte de tasas dentro del año, seis tienden a mantener el statu quo, mientras que el disidente Milán aboga por un recorte más agresivo. Esta discrepancia refleja la complejidad de la situación económica actual y resalta la dificultad de la toma de decisiones.
El presidente Powell expresó con cautela que la política se está moviendo hacia una posición neutral, sin una dirección preestablecida, esta postura aumenta aún más las conjeturas del mercado sobre la dirección futura de la política. Al mismo tiempo, la presión desde el ámbito político no puede ser ignorada. El actual presidente ha criticado en varias ocasiones públicamente la política de la Reserva Federal, e incluso ha hecho demandas de recortes de tasas más agresivos, lo que sin duda aumenta la dificultad de la toma de decisiones.
Sin embargo, el desempeño de los datos económicos ha planteado nuevos desafíos para la formulación de políticas. La inflación subyacente del PCE de agosto se mantuvo en 2.9%, y el gasto de consumo superó las expectativas, lo que parece estar en contradicción con los llamados a una expansión más rápida.
Mientras el mercado espera con gran expectativa una reducción de tasas, la Reserva Federal se ve obligada a buscar un equilibrio entre la presión inflacionaria, el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Esta regulación de la política monetaria, que involucra múltiples intereses, no solo pone a prueba la sabiduría de los tomadores de decisiones, sino que también desafía la capacidad de juicio de cada participante del mercado. Cómo la Reserva Federal pesará las diversas presiones y datos en el futuro sigue siendo el foco de atención del mercado financiero.