Carteras frías: Mi línea de seguridad en cripto

Las billeteras frías son mis salvadoras de almacenamiento de criptomonedas fuera de línea. Después de perder fondos en un hackeo de plataforma el año pasado, me he vuelto casi paranoico con respecto a la seguridad. Estos dispositivos físicos mantienen mis monedas alejadas de las amenazas en línea de una manera que las billeteras calientes simplemente no pueden igualar.

He probado dos tipos principales. Las carteras de hardware son estos pequeños dispositivos: la mía parece una elegante memoria USB que mantengo cerrada en el cajón de mi escritorio. Están diseñadas para resistir ataques en línea, aunque a veces me preocupa el robo o daño físico.

Las carteras de papel se sienten casi primitivas—simplemente claves impresas en papel—pero hay algo tranquilizador en su simplicidad. Sin baterías, sin actualizaciones de firmware. Solo no derrames café sobre ellas como una vez hice (¡pesadilla!).

El mercado de criptomonedas es lo suficientemente volátil sin añadir riesgos de seguridad. Con las principales plataformas siendo hackeadas cada pocos meses, ya no confío mis activos a los servidores de nadie. Las tarifas de transacción en estos intercambios son ridículas de todos modos.

Algunos chicos de cripto se burlan de mi "paranoia", pero cuando los mercados se desplomaron el mes pasado y una plataforma importante congeló los retiros, ¿adivina quién todavía pudo acceder a sus fondos? Este tipo. El almacenamiento en frío puede ser menos conveniente, pero en este Lejano Oeste de las criptomonedas, prefiero estar seguro que arrepentido.