Mr. Beast: una imperio extravagante, construido en el borde del genio y la locura

Estoy mirando otro artículo sobre este chico y no puedo evitar sentir un poco de envidia. Jimmy Donaldson, también conocido como MrBeast, ¡es el verdadero rey de la monetización de contenido! Solo piénsalo: 54 millones de dólares en 2021, y se pronostica que serán hasta 110 millones en 2022. ¡Ahí tienes a un "chico común de Greenville"!

¿Y esta falsa modestia? "Las posibilidades de convertirse en millonario aumentan si no te fijas ese objetivo", dice él. ¡Ajá, claro! Su imperio lo está construyendo con la tenacidad de un general romano.

¡Solo vale su imperio mediático! Seis canales, millones de suscriptores en cada uno... ¡Simplemente una máquina de imprimir dinero! Y en lugar de irse a algún lugar en Los Ángeles, se queda en su Greenville natal, convirtiéndolo en una especie de extraña meca para bloggers.

¿Su hamburguesería? ¡Un movimiento genial! No, de verdad. ¡Colas de 30 kilómetros, cuando simplemente abrió un local con comida gratis! Y luego lanzó un "restaurante virtual": ¡sin cocinas propias, solo una aplicación y contratos con cafés existentes! Mínimos costos, máximas ganancias.

¡Y esta historia de los chocolates al estilo de Willy Wonka! ¿10 millones de dólares en la venta de dulces en un par de meses? Ni siquiera sé si debería admirar o enojarme por lo fácil que la gente se deshace del dinero.

¡Donaldson ya tiene una autoestima tan inflada que dio conferencias en la Escuela de Negocios de Harvard! Aunque si lo piensas, ¿quién más puede enseñar formas modernas de ganar dinero? Seguramente no los viejos profesores que no entienden nada de la nueva economía.

Lo que realmente molesta es la exagerada valoración de su estado. ¿500 millones? ¡Y eso es solo el principio! Se dice que ha puesto a la venta una parte de su estudio con una valoración de 1,5 mil millones. Pronto, este hombre, que graba cómo se entierra vivo o gasta locamente dinero en extraños desafíos, se convertirá en millonario.

No entiendo cómo hemos llegado al punto de que tales personas se convierten en los nuevos ídolos de la generación y ganan más que los empresarios experimentados que han construido sus empresas durante décadas. Pero qué se le va a hacer, esta es nuestra nueva realidad.