Aún me enoja pensar en cómo operaba Alameda Research. Fundada en 2017 por ese niño de oro Sam Bankman-Fried (SBF), esta llamada "firma de trading cuantitativo" no era más que una cortina de humo para lo que se convertiría en uno de los mayores fraudes de las criptomonedas.
Cuando escuché por primera vez sobre Alameda, parecían legítimos: una operación de trading sofisticada que aplicaba estrategias cuantitativas de Wall Street a los mercados de criptomonedas. Pero ahora sabemos que hay algo mejor. Esto no era solo otro proveedor de liquidez; este era el alcancía personal de SBF.
Lo que más me enfurece es cómo se posicionaron como salvadores del mercado. "Mejorando la eficiencia del mercado", afirmaron. "Estabilizando los precios de las criptomonedas", presumieron. ¡Mientras tanto, estaban saqueando en secreto los depósitos de los clientes para cubrir sus catastróficas pérdidas comerciales!
¿Su ventaja tecnológica? Claro, tenían algoritmos sofisticados y capacidades de trading de alta frecuencia. Pero, ¿de qué sirve el dominio tecnológico si se basa en fondos robados? Todos esos "modelos matemáticos sofisticados" no pudieron predecir su propia caída, o tal vez sí, por eso recurrieron al fraude.
La realidad detrás de esas puertas cerradas era fea. Cuando Alameda comenzó a perder millones en malas operaciones durante el colapso del mercado de 2022, SBF simplemente metió la mano en las billeteras de los clientes para mantener a flote su imperio en quiebra. "Solo una mala decisión", dijo más tarde. ¿Una mala decisión? ¡Fue un robo descarado a gran escala!
Para los inversores que confiaron en este sistema, el daño ha sido catastrófico. Muchos perdieron sus ahorros de toda la vida creyendo en esta farsa de "eficiencia del mercado" y "provisión de liquidez." Los miles de millones que desaparecieron no se evaporaron - fueron robados a través de un engaño calculado.
¿La peor parte? La industria todavía no se ha recuperado por completo de esta traición. Cada vez que alguien menciona "adopción institucional" o "mercados maduros", no puedo evitar reírme. ¿Qué tan maduro es un mercado donde un joven de 20 años en pantalones cortos puede llevarse miles de millones mientras los reguladores se quedan de brazos cruzados?
Alameda no estaba construyendo el futuro de las finanzas; estaban ejecutando una estafa clásica disfrazada de criptomonedas. Su colapso no fue un desafortunado evento del mercado; fue el resultado inevitable del fraude, la arrogancia y el comportamiento criminal descarado.
Llamemos a Alameda Research lo que realmente era: no una firma de trading pionera, sino una historia de advertencia sobre cómo la codicia y el engaño pueden florecer en mercados no regulados.
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Alameda Research: La casa de naipes caída detrás de FTX
Aún me enoja pensar en cómo operaba Alameda Research. Fundada en 2017 por ese niño de oro Sam Bankman-Fried (SBF), esta llamada "firma de trading cuantitativo" no era más que una cortina de humo para lo que se convertiría en uno de los mayores fraudes de las criptomonedas.
Cuando escuché por primera vez sobre Alameda, parecían legítimos: una operación de trading sofisticada que aplicaba estrategias cuantitativas de Wall Street a los mercados de criptomonedas. Pero ahora sabemos que hay algo mejor. Esto no era solo otro proveedor de liquidez; este era el alcancía personal de SBF.
Lo que más me enfurece es cómo se posicionaron como salvadores del mercado. "Mejorando la eficiencia del mercado", afirmaron. "Estabilizando los precios de las criptomonedas", presumieron. ¡Mientras tanto, estaban saqueando en secreto los depósitos de los clientes para cubrir sus catastróficas pérdidas comerciales!
¿Su ventaja tecnológica? Claro, tenían algoritmos sofisticados y capacidades de trading de alta frecuencia. Pero, ¿de qué sirve el dominio tecnológico si se basa en fondos robados? Todos esos "modelos matemáticos sofisticados" no pudieron predecir su propia caída, o tal vez sí, por eso recurrieron al fraude.
La realidad detrás de esas puertas cerradas era fea. Cuando Alameda comenzó a perder millones en malas operaciones durante el colapso del mercado de 2022, SBF simplemente metió la mano en las billeteras de los clientes para mantener a flote su imperio en quiebra. "Solo una mala decisión", dijo más tarde. ¿Una mala decisión? ¡Fue un robo descarado a gran escala!
Para los inversores que confiaron en este sistema, el daño ha sido catastrófico. Muchos perdieron sus ahorros de toda la vida creyendo en esta farsa de "eficiencia del mercado" y "provisión de liquidez." Los miles de millones que desaparecieron no se evaporaron - fueron robados a través de un engaño calculado.
¿La peor parte? La industria todavía no se ha recuperado por completo de esta traición. Cada vez que alguien menciona "adopción institucional" o "mercados maduros", no puedo evitar reírme. ¿Qué tan maduro es un mercado donde un joven de 20 años en pantalones cortos puede llevarse miles de millones mientras los reguladores se quedan de brazos cruzados?
Alameda no estaba construyendo el futuro de las finanzas; estaban ejecutando una estafa clásica disfrazada de criptomonedas. Su colapso no fue un desafortunado evento del mercado; fue el resultado inevitable del fraude, la arrogancia y el comportamiento criminal descarado.
Llamemos a Alameda Research lo que realmente era: no una firma de trading pionera, sino una historia de advertencia sobre cómo la codicia y el engaño pueden florecer en mercados no regulados.