El mercado de NFTs está desangrándose ante nuestros ojos. Según DappRadar, el volumen negociado en 2024 apenas alcanzó los 13,7 mil millones de dólares—una caída brutal del 19% respecto a 2023, que ya había sido un año desastroso. ¡Y las ventas! Solo 49,8 millones de transacciones en todo el año pasado, el peor registro desde 2020.
¿Estamos presenciando la muerte lenta de lo que una vez fue la gallina de los huevos de oro? He visto con mis propios ojos colecciones que valían millones convertirse en pixeles sin valor. Algunos "expertos" siguen insistiendo en que esto es simplemente una "fase de transición", pero seamos sinceros: cuando algo pierde el 93% de su volumen de negociación, ya no es una simple corrección.
Mientras los mercados principales intentan mantenerse a flote, plataformas más pequeñas como X2Y2 están cerrando sus puertas. ¡Solo generaron 53,5 millones en todo el año! Es patético comparado con los días de gloria.
Y no olvidemos la historia de Jonathan Mann, quien ganó 3 millones vendiendo NFTs de sus canciones diarias, solo para perderlo casi todo entre el desplome del mercado y una factura de impuestos monstruosa. ¿Cuántas más historias como esta tendremos que escuchar?
Las grandes plataformas han mantenido cierto volumen (3 mil millones y 1,2 mil millones respectivamente), pero incluso ellas están navegando en aguas turbulentas. Y mientras tanto, los inversores seguimos atrapados con "arte digital" que nadie quiere comprar.
Esta burbuja que explotó con tanta fuerza como comenzó nos deja una lección clara: no todo lo que brilla en blockchain es oro. Los NFTs no han muerto, pero están sufriendo la peor resaca de su corta historia.
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La caída del mercado NFT: un cambio inevitable, no un colapso
El mercado de NFTs está desangrándose ante nuestros ojos. Según DappRadar, el volumen negociado en 2024 apenas alcanzó los 13,7 mil millones de dólares—una caída brutal del 19% respecto a 2023, que ya había sido un año desastroso. ¡Y las ventas! Solo 49,8 millones de transacciones en todo el año pasado, el peor registro desde 2020.
¿Estamos presenciando la muerte lenta de lo que una vez fue la gallina de los huevos de oro? He visto con mis propios ojos colecciones que valían millones convertirse en pixeles sin valor. Algunos "expertos" siguen insistiendo en que esto es simplemente una "fase de transición", pero seamos sinceros: cuando algo pierde el 93% de su volumen de negociación, ya no es una simple corrección.
Mientras los mercados principales intentan mantenerse a flote, plataformas más pequeñas como X2Y2 están cerrando sus puertas. ¡Solo generaron 53,5 millones en todo el año! Es patético comparado con los días de gloria.
Y no olvidemos la historia de Jonathan Mann, quien ganó 3 millones vendiendo NFTs de sus canciones diarias, solo para perderlo casi todo entre el desplome del mercado y una factura de impuestos monstruosa. ¿Cuántas más historias como esta tendremos que escuchar?
Las grandes plataformas han mantenido cierto volumen (3 mil millones y 1,2 mil millones respectivamente), pero incluso ellas están navegando en aguas turbulentas. Y mientras tanto, los inversores seguimos atrapados con "arte digital" que nadie quiere comprar.
Esta burbuja que explotó con tanta fuerza como comenzó nos deja una lección clara: no todo lo que brilla en blockchain es oro. Los NFTs no han muerto, pero están sufriendo la peor resaca de su corta historia.