Scalping: sangre y ganancias en mi comercio

Quiero compartir lo que realmente funciona en el scalping. No voy a mentir, es un trabajo infernal, del que a veces dan ganas de aullar a la luna.

El scalping no son solo operaciones cortas. Es cuando te sientas, aferrado al monitor hasta que te duelen los ojos, capturando micro movimientos de precio. ¡Un par de minutos en la posición y salida! A veces incluso solo unos segundos!

Sí, hay ventajas: se puede ganar rápido, hacer muchas operaciones. Puedes comerciar en cualquier mercado. Pero seamos sinceros: psicológicamente esto quema el cerebro. La mayoría de mis conocidos scalpers o se volvieron alcohólicos, o se pasaron a largo plazo, no soportando la tensión.

De mi amarga experiencia, destaco tres esquemas que realmente funcionan:

1. Comercio en canal — cuando el precio fluctúa entre dos niveles. Aprovecho estos momentos en gráficos de un minuto, entro en el límite superior y salgo en el límite inferior. Es un esquema simple, pero requiere disciplina de hierro. Recientemente trabajé así con ETH — en un par de horas hice 7 operaciones, cada una +0.5%. Cantidades pequeñas, pero estables.

2. Táctica de ruptura — aquí todo lo decide el libro de órdenes. Ves acumulación en el nivel, ves cómo aumentan los volúmenes, y en el momento de la ruptura saltas como un picado. ¡Pero maldita sea, a menudo te engañas a ti mismo! Ayer caí en una ruptura falsa, perdí un 3%. Esta estrategia es para aquellos que saben reconocer rápidamente sus errores.

3. Movimientos de retroceso — mi esquema favorito. Después de un movimiento brusco siempre hay un retroceso. Espero el impulso, entro en su pico contra el movimiento y atrapo la corrección. La semana antepasada capturé tan bellamente una corrección después de un salto del 25% de una moneda — entré contra la tendencia y recogí un 4% en 3 minutos!

En el scalping lo principal no es el sistema, sino tus nervios. Llevo un diario, anoto los días en que la negociación no va bien. Y entonces simplemente apago la computadora y salgo a correr.

¡Buena caza! Pero recuerden: el scalping no es para débiles. Mejor poco, pero de calidad.