Ayer entré en el Museo del Futuro en Dubái, con los ojos bien abiertos mientras las ballenas metálicas se deslizaban por encima. "Impresionante," pensé, hasta que la realidad me golpeó: estas 'ballenas voladoras' no son más que elaboradas pantallas holográficas diseñadas para asombrar a los turistas.
La empresa francesa Flying Whales está efectivamente estableciendo una instalación de dirigibles de carga en los EAU, pero no confundamos la ambición industrial con estos espectáculos digitales. Los mamíferos marinos holográficos nadando por el cielo de Dubái son meramente piezas tecnológicas de exhibición: trucos visuales impresionantes en lugar de algo revolucionario.
Lo que me molesta es lo fácil que estos espectáculos capturan la imaginación pública mientras ocultan su verdadera naturaleza. En TikTok, los usuarios se maravillan de estas "ballenas voladoras" sin cuestionar lo que están viendo. Algunos teóricos de la conspiración incluso advierten que "pueden falsificar invasiones de OVNIS, falsificar explosiones de bombas nucleares y falsificar el regreso de Mesías" - una opinión extrema, pero que señala nuestra creciente incapacidad para distinguir la realidad de la ficción.
Dubái siempre ha destacado en la creación de ilusiones. Desde islas artificiales con forma de palmera hasta pistas de esquí cubiertas en el desierto, se especializa en la ingeniería de lo imposible. Estos hologramas de ballenas continúan esa tradición: humo y espejos tecnológicos diseñados para distraer y asombrar.
Vi observé a los turistas tomar fotos y videos para Instagram, etiquetando #DubaiWhales sin un atisbo de escepticismo. El Museo del Futuro presenta estas exhibiciones como un vistazo a las posibilidades del mañana, pero ¿no son solo otro ejemplo de estilo sobre sustancia? ¿Otra trampa turística en una ciudad construida sobre el exceso?
La verdadera innovación radica en el desarrollo de dirigibles de carga de Flying Whales, soluciones prácticas de transporte que podrían revolucionar la logística. Sin embargo, eso se ve eclipsado por hologramas llamativos que no tienen ningún propósito más allá del entretenimiento.
La próxima vez que estés en Dubái y veas a estos etéreos cetáceos nadando por el aire, recuerda: no estás presenciando un milagro, solo una ingeniosa tecnología de proyección y marketing. Quizás deberíamos ser más críticos con estos espectáculos digitales en lugar de celebrarlos sin pensar.
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Las Ballenas Voladoras de Dubái: Una Ilusión Que Vale la Pena Cuestionar
Ayer entré en el Museo del Futuro en Dubái, con los ojos bien abiertos mientras las ballenas metálicas se deslizaban por encima. "Impresionante," pensé, hasta que la realidad me golpeó: estas 'ballenas voladoras' no son más que elaboradas pantallas holográficas diseñadas para asombrar a los turistas.
La empresa francesa Flying Whales está efectivamente estableciendo una instalación de dirigibles de carga en los EAU, pero no confundamos la ambición industrial con estos espectáculos digitales. Los mamíferos marinos holográficos nadando por el cielo de Dubái son meramente piezas tecnológicas de exhibición: trucos visuales impresionantes en lugar de algo revolucionario.
Lo que me molesta es lo fácil que estos espectáculos capturan la imaginación pública mientras ocultan su verdadera naturaleza. En TikTok, los usuarios se maravillan de estas "ballenas voladoras" sin cuestionar lo que están viendo. Algunos teóricos de la conspiración incluso advierten que "pueden falsificar invasiones de OVNIS, falsificar explosiones de bombas nucleares y falsificar el regreso de Mesías" - una opinión extrema, pero que señala nuestra creciente incapacidad para distinguir la realidad de la ficción.
Dubái siempre ha destacado en la creación de ilusiones. Desde islas artificiales con forma de palmera hasta pistas de esquí cubiertas en el desierto, se especializa en la ingeniería de lo imposible. Estos hologramas de ballenas continúan esa tradición: humo y espejos tecnológicos diseñados para distraer y asombrar.
Vi observé a los turistas tomar fotos y videos para Instagram, etiquetando #DubaiWhales sin un atisbo de escepticismo. El Museo del Futuro presenta estas exhibiciones como un vistazo a las posibilidades del mañana, pero ¿no son solo otro ejemplo de estilo sobre sustancia? ¿Otra trampa turística en una ciudad construida sobre el exceso?
La verdadera innovación radica en el desarrollo de dirigibles de carga de Flying Whales, soluciones prácticas de transporte que podrían revolucionar la logística. Sin embargo, eso se ve eclipsado por hologramas llamativos que no tienen ningún propósito más allá del entretenimiento.
La próxima vez que estés en Dubái y veas a estos etéreos cetáceos nadando por el aire, recuerda: no estás presenciando un milagro, solo una ingeniosa tecnología de proyección y marketing. Quizás deberíamos ser más críticos con estos espectáculos digitales en lugar de celebrarlos sin pensar.