Los datos de inflación de Estados Unidos para agosto se publicarán pronto. Este conjunto de cifras no solo es un indicador importante de la salud económica de Estados Unidos, sino que también es el centro de atención de los mercados financieros globales. Afectará directamente las decisiones de política monetaria futuras de la Reserva Federal, especialmente en lo que respecta a si se reducirán las tasas de interés y el grado de la reducción.
Actualmente, el mercado financiero ha comenzado a apostar por una posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre. Según los datos de la herramienta CME FedWatch, el mercado espera en general que la Reserva Federal reduzca las tasas en 25 puntos básicos en septiembre con una probabilidad del 72%, e incluso hay un 15% de fondos apostando por una reducción significativa de 50 puntos básicos. Sin embargo, si los datos del IPC que se publicarán pronto superan las expectativas, este optimismo podría revertirse rápidamente, provocando agitación en el mercado.
Los economistas pronostican que los datos del IPC de agosto mostrarán un aumento interanual de alrededor del 3.6%, ligeramente superior al 3.2% de julio. Lo más importante es que se espera que el IPC subyacente (excluyendo los precios de energía y alimentos) aumente un 4.3% interanual, aunque por debajo del 4.7% de julio, sigue siendo significativamente superior al objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal.
La sutileza de estos datos de previsión radica en que sugieren que la presión inflacionaria podría resurgir. Anteriormente, los datos del IPC de julio habían aliviado temporalmente al mercado, ya que la tasa de crecimiento interanual del IPC había terminado una racha de tres meses de aumentos, y el IPC subyacente había alcanzado un mínimo de dos años, lo que llevó a muchos a creer que la presión inflacionaria se había aliviado. Sin embargo, el repunte de los datos esperados en agosto ha provocado nuevamente preocupaciones sobre un rebote inflacionario.
Es especialmente importante prestar atención a la inflación de los servicios básicos, un indicador considerado clave en la toma de decisiones de la Reserva Federal. La inflación de los servicios básicos incluye gastos rígidos relacionados con la vida cotidiana, como vivienda, atención médica y transporte, que representan la mayor parte del indicador central PCE que la Reserva Federal sigue de cerca. La tendencia de estos datos impactará directamente en el juicio de la Reserva Federal sobre la tendencia de la inflación y en los ajustes de políticas posteriores.
En general, los datos del IPC de agosto que se anunciarán pronto se convertirán en un importante indicador para evaluar la dirección de la economía estadounidense y las tendencias del mercado financiero global. Independientemente del resultado, tendrá un profundo impacto en la formulación de políticas de los bancos centrales de todo el mundo, en las decisiones de los inversores globales y en el costo de vida de la población en general.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
11 me gusta
Recompensa
11
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
LayerZeroHero
· hace7h
¡Se ha puesto mejor, hay oportunidad de comprar la caída!
Ver originalesResponder0
LeekCutter
· hace7h
bull runbull run ¿Dónde está mi bull run?
Ver originalesResponder0
BearMarketBarber
· hace7h
ir en largo shorting todos están haciendo el cabello
Ver originalesResponder0
NeverPresent
· hace7h
La Reserva Federal (FED) abre la reunión y todos los tontos celebran.
Los datos de inflación de Estados Unidos para agosto se publicarán pronto. Este conjunto de cifras no solo es un indicador importante de la salud económica de Estados Unidos, sino que también es el centro de atención de los mercados financieros globales. Afectará directamente las decisiones de política monetaria futuras de la Reserva Federal, especialmente en lo que respecta a si se reducirán las tasas de interés y el grado de la reducción.
Actualmente, el mercado financiero ha comenzado a apostar por una posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre. Según los datos de la herramienta CME FedWatch, el mercado espera en general que la Reserva Federal reduzca las tasas en 25 puntos básicos en septiembre con una probabilidad del 72%, e incluso hay un 15% de fondos apostando por una reducción significativa de 50 puntos básicos. Sin embargo, si los datos del IPC que se publicarán pronto superan las expectativas, este optimismo podría revertirse rápidamente, provocando agitación en el mercado.
Los economistas pronostican que los datos del IPC de agosto mostrarán un aumento interanual de alrededor del 3.6%, ligeramente superior al 3.2% de julio. Lo más importante es que se espera que el IPC subyacente (excluyendo los precios de energía y alimentos) aumente un 4.3% interanual, aunque por debajo del 4.7% de julio, sigue siendo significativamente superior al objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal.
La sutileza de estos datos de previsión radica en que sugieren que la presión inflacionaria podría resurgir. Anteriormente, los datos del IPC de julio habían aliviado temporalmente al mercado, ya que la tasa de crecimiento interanual del IPC había terminado una racha de tres meses de aumentos, y el IPC subyacente había alcanzado un mínimo de dos años, lo que llevó a muchos a creer que la presión inflacionaria se había aliviado. Sin embargo, el repunte de los datos esperados en agosto ha provocado nuevamente preocupaciones sobre un rebote inflacionario.
Es especialmente importante prestar atención a la inflación de los servicios básicos, un indicador considerado clave en la toma de decisiones de la Reserva Federal. La inflación de los servicios básicos incluye gastos rígidos relacionados con la vida cotidiana, como vivienda, atención médica y transporte, que representan la mayor parte del indicador central PCE que la Reserva Federal sigue de cerca. La tendencia de estos datos impactará directamente en el juicio de la Reserva Federal sobre la tendencia de la inflación y en los ajustes de políticas posteriores.
En general, los datos del IPC de agosto que se anunciarán pronto se convertirán en un importante indicador para evaluar la dirección de la economía estadounidense y las tendencias del mercado financiero global. Independientemente del resultado, tendrá un profundo impacto en la formulación de políticas de los bancos centrales de todo el mundo, en las decisiones de los inversores globales y en el costo de vida de la población en general.