China está enviando un mensaje inequívoco a Washington: está completamente preparada para una profundización de la guerra comercial y no se está echando atrás. Esta es la preocupante advertencia de Nigel Green, CEO y fundador del gigante de asesoría financiera global deVere Group.
Los últimos movimientos de Pekín muestran a un gobierno que se prepara para un conflicto económico prolongado con Estados Unidos bajo la presidencia de Trump
La señal más clara llegó a través del yuan, que está deslizándose silenciosamente hacia abajo — un disparo de advertencia estratégico que dice que, si se provoca, China puede y utilizará la devaluación de la moneda como una contra medida potente.
Nigel Green dice: “La debilidad del yuan no es simplemente el funcionamiento del mercado; es Pekín poniendo a Washington en aviso de que hay acciones mucho más contundentes en reserva si la escalada continúa.
“Esto ahora es una batalla de resistencia. Trump está aumentando la presión, creyendo que puede forzar concesiones a través de la intimidación.
“Sin embargo, Pekín está decidido a demostrar que no se dejará intimidar. En lugar de rendirse, China se está fortificando: aislando industrias clave, diversificando sus cadenas de suministro y preparando armas políticas para una confrontación prolongada.”
Detrás de escena, ambos lados están sondeando activamente los límites del otro. Washington impone aranceles y amenaza con más restricciones, mientras que Pekín responde selectivamente y señala pasos más grandes por delante.
Ninguna de las partes quiere ser vista como la que parpadea primero. Sin embargo, la verdadera historia es que China se está defendiendo mientras sienta las bases para una contraofensiva más grande si es necesario.
“El momento y la naturaleza del movimiento del yuan subrayan la seriedad de la posición de Pekín. No es una devaluación imprudente destinada a una ventaja a corto plazo. Es un mensaje cuidadosamente calibrado a la Casa Blanca: la escalada no vendrá sin consecuencias”, comenta el CEO de deVere.
“China está enviando una advertencia cristalina a Washington. Al permitir que el yuan se debilite, Pekín está mostrando su fuerza y demostrando que tiene poderosas cartas económicas que está dispuesto a jugar si se le lleva a ello.”
Él añade: “La Casa Blanca de Trump no debería confundir la contención con debilidad. Pekín está mostrando paciencia estratégica, pero hay un verdadero acero por debajo. Si Washington continúa escalando, la respuesta de China no será dócil — será metódica, de gran alcance y diseñada para maximizar el impacto donde más duele.”
Los mercados ya están en alta alerta. Los inversores están recalibrando los modelos de riesgo para tener en cuenta un mundo donde las cadenas de suministro se extienden aún más lejos de los EE. UU., donde los flujos de capital cambian y donde la volatilidad de las divisas aumenta como parte de un reajuste más amplio del poder global.
“Estamos entrando en un período donde movimientos tácticos como la devaluación del yuan no son solo señales financieras; son parte de un juego geopolítico más grande,” dice Nigel Green
“Para los inversores, entender que China se está preparando para el largo plazo es fundamental. Se trata de cambios estructurales en los patrones comerciales globales que podrían dar forma a la próxima década.”
La noción de que China capitularía rápidamente bajo la campaña de presión de Trump siempre fue errónea. Pekín ha dejado claro que si el precio de resistir las demandas es un dolor a corto plazo más alto, está dispuesto a soportarlo.
Nigel Green concluye: “Beijing está estableciendo los términos de compromiso. Washington puede optar por escalar, pero no lo hará sin enfrentar contramedidas cada vez más sofisticadas.
“China ya no está tratando de evitar una guerra comercial a toda costa; se está preparando para ganar una si se ve obligada a ello.”
Acerca de deVere Group
deVere Group es uno de los asesores independientes más grandes del mundo en soluciones financieras globales especializadas para clientes internacionales, locales de clase media y de alto patrimonio. Tiene una red de oficinas en todo el mundo, más de 80,000 clientes y $14 mil millones bajo asesoramiento.
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China está avisando a Trump: Listo para una guerra comercial a gran escala
China está enviando un mensaje inequívoco a Washington: está completamente preparada para una profundización de la guerra comercial y no se está echando atrás. Esta es la preocupante advertencia de Nigel Green, CEO y fundador del gigante de asesoría financiera global deVere Group.
Los últimos movimientos de Pekín muestran a un gobierno que se prepara para un conflicto económico prolongado con Estados Unidos bajo la presidencia de Trump
La señal más clara llegó a través del yuan, que está deslizándose silenciosamente hacia abajo — un disparo de advertencia estratégico que dice que, si se provoca, China puede y utilizará la devaluación de la moneda como una contra medida potente.
Nigel Green dice: “La debilidad del yuan no es simplemente el funcionamiento del mercado; es Pekín poniendo a Washington en aviso de que hay acciones mucho más contundentes en reserva si la escalada continúa.
“Esto ahora es una batalla de resistencia. Trump está aumentando la presión, creyendo que puede forzar concesiones a través de la intimidación.
“Sin embargo, Pekín está decidido a demostrar que no se dejará intimidar. En lugar de rendirse, China se está fortificando: aislando industrias clave, diversificando sus cadenas de suministro y preparando armas políticas para una confrontación prolongada.”
Detrás de escena, ambos lados están sondeando activamente los límites del otro. Washington impone aranceles y amenaza con más restricciones, mientras que Pekín responde selectivamente y señala pasos más grandes por delante.
Ninguna de las partes quiere ser vista como la que parpadea primero. Sin embargo, la verdadera historia es que China se está defendiendo mientras sienta las bases para una contraofensiva más grande si es necesario.
“El momento y la naturaleza del movimiento del yuan subrayan la seriedad de la posición de Pekín. No es una devaluación imprudente destinada a una ventaja a corto plazo. Es un mensaje cuidadosamente calibrado a la Casa Blanca: la escalada no vendrá sin consecuencias”, comenta el CEO de deVere.
“China está enviando una advertencia cristalina a Washington. Al permitir que el yuan se debilite, Pekín está mostrando su fuerza y demostrando que tiene poderosas cartas económicas que está dispuesto a jugar si se le lleva a ello.”
Él añade: “La Casa Blanca de Trump no debería confundir la contención con debilidad. Pekín está mostrando paciencia estratégica, pero hay un verdadero acero por debajo. Si Washington continúa escalando, la respuesta de China no será dócil — será metódica, de gran alcance y diseñada para maximizar el impacto donde más duele.”
Los mercados ya están en alta alerta. Los inversores están recalibrando los modelos de riesgo para tener en cuenta un mundo donde las cadenas de suministro se extienden aún más lejos de los EE. UU., donde los flujos de capital cambian y donde la volatilidad de las divisas aumenta como parte de un reajuste más amplio del poder global.
“Estamos entrando en un período donde movimientos tácticos como la devaluación del yuan no son solo señales financieras; son parte de un juego geopolítico más grande,” dice Nigel Green
“Para los inversores, entender que China se está preparando para el largo plazo es fundamental. Se trata de cambios estructurales en los patrones comerciales globales que podrían dar forma a la próxima década.”
La noción de que China capitularía rápidamente bajo la campaña de presión de Trump siempre fue errónea. Pekín ha dejado claro que si el precio de resistir las demandas es un dolor a corto plazo más alto, está dispuesto a soportarlo.
Nigel Green concluye: “Beijing está estableciendo los términos de compromiso. Washington puede optar por escalar, pero no lo hará sin enfrentar contramedidas cada vez más sofisticadas.
“China ya no está tratando de evitar una guerra comercial a toda costa; se está preparando para ganar una si se ve obligada a ello.”
Acerca de deVere Group
deVere Group es uno de los asesores independientes más grandes del mundo en soluciones financieras globales especializadas para clientes internacionales, locales de clase media y de alto patrimonio. Tiene una red de oficinas en todo el mundo, más de 80,000 clientes y $14 mil millones bajo asesoramiento.