

El sector de los pagos digitales ofrece grandes oportunidades, impulsadas por la expansión global del acceso a internet a través de teléfonos inteligentes asequibles. Compañías tradicionales como PayPal, Visa y MasterCard lideran este mercado, mientras que los proyectos de criptomonedas también compiten por una parte del negocio. La incursión de Facebook en este campo fue especialmente relevante debido a su enorme base de usuarios, que le concedía una ventaja única para la adopción de su sistema de pagos propuesto y la transformación de las transacciones financieras en línea de miles de millones de personas.
Libra, posteriormente renombrado como Diem, fue el sistema de pagos basado en blockchain de Facebook anunciado en 2019. El proyecto, creado por Morgan Beller, David Marcus y Kevin Weil, tenía como objetivo principal facilitar el acceso a servicios financieros a poblaciones no bancarizadas en todo el mundo. Su gobernanza recaía en la Diem Association (antes Libra Association), una organización independiente con sede en Ginebra, Suiza. Para entender quién está detrás de Libra, es necesario considerar esta asociación compuesta por miembros de sectores como tecnología blockchain, pagos, telecomunicaciones, capital riesgo y entidades sin ánimo de lucro. Estos miembros supervisaban las decisiones de gobernanza, la gestión operativa del sistema de pagos, el desarrollo sobre la blockchain de Libra y la distribución de subvenciones. Facebook aspiraba a ampliar la asociación hasta 100 miembros, mostrando así el carácter colaborativo del desarrollo e implementación de Libra.
Libra empleaba tecnología blockchain y métodos criptográficos, pero no encajaba completamente en la definición tradicional de criptomoneda. Las criptomonedas convencionales presentan características que Libra no incorporaba, por lo que resulta más preciso clasificarla como moneda digital que como criptomoneda genuina. Esta distinción es clave para comprender su base tecnológica y estructura operativa, ya que combinaba innovación en blockchain con elementos centralizados propios de los sistemas financieros tradicionales.
Diem Blockchain (antes Libra Blockchain) funcionaba como una blockchain permisiva, lo que la diferenciaba de blockchains abiertas como Bitcoin o Ethereum. En los sistemas abiertos, cualquier usuario con acceso a internet puede participar, realizar transacciones y desarrollar aplicaciones sin limitaciones. Por el contrario, Libra exigía permiso explícito de los controladores de la red, de modo que las aplicaciones debían obtener privilegios especiales para interactuar con el sistema. Esta estructura eliminaba la necesidad de minería o staking presentes en otras blockchains. Las transacciones se validaban mediante un conjunto predeterminado de validadores, miembros de la Libra Association, que formaban parte esencial de la infraestructura operativa de Libra. El white paper planteaba una futura transición a Proof of Stake (PoS), aunque los fundadores defendieron el modelo permisivo inicial alegando que ningún sistema abierto existente podía soportar miles de millones de usuarios realizando transacciones simultáneas.
En la comunidad blockchain, se considera que las blockchains permisivas son menos descentralizadas que las abiertas, y su estructura y control se asemejan a los de bases de datos corporativas tradicionales. Libra no ofrecía la resistencia a la censura de Bitcoin y otras criptomonedas, ya que la pertenencia de los validadores a la Libra Association generaba una centralización relativa. Este enfoque controlado, sin embargo, aportaba ventajas: al seleccionar las aplicaciones que interactúan con el libro mayor distribuido, el sistema podía excluir mejor a actores maliciosos y fraudes, creando un entorno más seguro para los usuarios, aunque sacrificando parte de la descentralización.
El sistema de pagos Diem (antes sistema de pagos Libra) admitía múltiples stablecoins de moneda única vinculadas a principales divisas fiduciarias como USD, EUR y GBP. Estas stablecoins estaban respaldadas por la Libra Reserve, formada por efectivo, equivalentes de efectivo y bonos gubernamentales a corto plazo. El sistema también incluía el Diem Dollar (antes LBR), una moneda multicurrency que agrupaba varias stablecoins. Este activo funcionaba como una "stablecoin de stablecoins", respaldada por una cesta diversificada de activos para minimizar la volatilidad, lo que resulta esencial en cualquier sistema de pagos. Los usuarios almacenaban su criptomoneda Libra en Novi (antes Calibra Wallet), una billetera digital diseñada para integrarse en el ecosistema social de Facebook, incluyendo Messenger y WhatsApp. El sistema permitía convertir fácilmente monedas fiduciarias en la moneda de Facebook. El código fuente abierto, Diem Core, estaba desarrollado en Rust e incorporaba funcionalidad de smart contracts mediante el lenguaje Move.
Libra y Bitcoin tienen finalidades esencialmente distintas y pueden convivir en el ecosistema financiero. Bitcoin es una criptomoneda descentralizada y resistente a la censura, utilizada como activo de reserva o depósito de valor. Por su parte, Libra planteaba un modelo centralizado sobre una red permisiva orientado a casos de uso diferentes en el sector de pagos digitales. En lugar de rivalizar directamente, ambos sistemas responden a necesidades y preferencias de mercado distintas, lo que sugiere una relación complementaria más que competitiva.
Tras el anuncio inicial de Libra, Facebook recibió fuertes críticas de bancos centrales, legisladores y reguladores. El proyecto tuvo dificultades para superar la complejidad regulatoria y establecer la infraestructura necesaria. A pesar del gran potencial de adopción por la enorme base de usuarios de la empresa, la aceptación de los reguladores y demás partes interesadas era esencial. Al final, la cuestión de quién respalda Libra (Facebook (Meta), miembros de la Diem Association y socios tecnológicos y financieros) no logró superar los obstáculos regulatorios y el proyecto se canceló. Finalmente, se vendieron los activos y la propiedad intelectual, poniendo fin a la iniciativa Libra de Facebook.
Facebook Libra (después Diem) fue un ambicioso proyecto para transformar los pagos digitales mediante una blockchain permisiva. Detrás de Libra estaba un consorcio complejo formado por Facebook (Meta), la Diem Association y numerosos socios de los sectores financiero, tecnológico y de telecomunicaciones. Aprovechando la red social global de Facebook, el proyecto buscaba ofrecer servicios financieros a miles de millones de personas no bancarizadas. Pese a su propuesta innovadora, que combinaba tecnología blockchain con mecanismos de estabilidad tradicionales a través de stablecoins, la iniciativa se enfrentó a grandes retos regulatorios y a debates filosóficos sobre centralización y descentralización. Aunque no logró materializar su visión original debido a las barreras regulatorias, sirvió para abrir debates clave sobre el futuro de las monedas digitales, los sistemas de pago y el papel de las grandes tecnológicas en los servicios financieros.
Libra es un proyecto de moneda digital descentralizada, diseñado para permitir pagos globales rápidos, seguros y económicos. Utiliza tecnología blockchain y busca dar acceso financiero a poblaciones no bancarizadas mediante una criptomoneda estable y sencilla de utilizar.
Libra es una moneda digital centralizada respaldada por un consorcio, y Bitcoin es completamente descentralizado. Libra se orienta a pagos globales con valor estable, mientras que Bitcoin se usa principalmente como depósito de valor y presenta volatilidad en su precio.











